Historia de la Vereda de la Estrella en Sierra Nevada

Mucho antes de que llegara el esquí y mucho antes de que se construyera la estación invernal de Sierra Nevada, los aficionados a la montaña granadinos ya subían a “la sierra”, como siempre se le ha llamado aquí a la montaña que enmarca la postal perfecta de Granada.

Aprovechaban un viejo ferrocarril de vía estrecha, el Tranvía de la Sierra, que estuvo en funcionamiento entre 1925 y 1974. Salía de Granada capital, pasaba por Güejar-Sierra y tenía su parada final en el barranco de San Juan, en la cabecera del río Genil. Hoy la vieja plataforma desmantelada, ya sin railes ni guardavías, sigue siendo un buen acceso hasta el barranco de San Juan, punto de inicio de la Vereda de la Estrella, una de las rutas senderistas más bellas y espectaculares de Andalucía.

¿Sabías de dónde viene el nombre de Vereda de la Estrella?

La Vereda de la Estrella es en realidad una antigua pista de acceso a varias minas que desde época árabe se explotaron en esta vertiente norte de Sierra Nevada. El camino fue construido en 1890 para facilitar el tránsito de carros cargados con galena y pirita. La llegada del tranvía en 1925 supuso una reactivación de la actividad minera en el valle y del tránsito de recuas de acémilas por la pista, pero la desaparición del tren llevó también al abandono completo de la extracción.

Queda en pie el viejo poblado de la mina La Estrella, que da nombre a la vereda, y restos de otras explotaciones: La Probadora y La Justicia.

La penosidad del desplazamiento hasta los puntos de extracción y los rigores del invierno impedían buena parte del año el trabajo.

Las extracciones mineras en el Valle del Genil fueron numerosas y en diferentes localizaciones (Vacares, Veta Grande, Guarnón…). La senda minera desde la localidad de Güéjar Sierra hasta las minas de la Estrella, fue abierta a mediados del siglo XIX y acondicionada más tarde por la compañía belga que extraía el cobre de estas minas.

En realidad, eran varias explotaciones con nombres que hacían alusión a las esperanzas que depositaban en ellas: la Perla, la Mejor de Todas, la Esperanza, la Poderosa, el Trueno…

La primera que encontramos en este sendero se llamaba la Probadora.

Más oculta está la de la Justicia, y tras los muros que formaron el pequeño poblado minero y las estructuras de fundición, la mina de la Estrella propiamente dicha.

Poco después de estos poblados el valle se ensancha momentáneamente en la confluencia de tres arroyos, en una zona de prados conocida como Angostura del Real. La vereda baja por fin al río y permite, si el tiempo acompaña, un baño o un descanso en sus riberas.

Uno de los tres valles, por el que desagua al arroyo Valdecasillas, enmarca el majestuoso perfil del Alcazaba (3.371 metros). La senda gira y se introduce pegada al cauce por el barranco de Valdeinfierno en busca de la base del Mulhacén.

Alcazaba 3.365m / Mulhacén 3.479m. / Veleta 3.398m.

Cueva Secreta, el final de la senda, que coincide con un abrigo de piedra utilizado como refugio desde tiempos remotos por pastores y recolectores de plantas aromáticas. Los montañeros lo utilizan ahora como vivac en su marcha de aproximación hacia la cara norte del Mulhacén. Hay que reconocer que Cueva Secreta es un punto vulgar y poco atractivo, más aún si se piensa en los magníficos paisajes dejados atrás. Pero a partir de aquí el valle se va cerrando y la senda se encrespa ya en un pronunciado desnivel que lleva al collado y laguna de la Mosca, preludio de la cara norte del Mulhacén

Vereda de la Estrella, un paseo por el ‘Himalaya’ andaluz

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