¡Aprende a usar IGN!

IGN Mapas de España es una aplicación GPS, offline para Android. Eso que quiere decir, que su principal atractivo es que permite usar mapas y geolocalización,  solo con el GPS y sin usar Internet, con lo que, es una aplicación ideal para Montañeros.

Es una aplicación compleja y bastante liosa la primera vez que la usas, pero creo que para los amantes de la Montaña puede ser una gran herramienta, o por lo menos un salvavidas en caso de que nos perdamos.

Seguro que todos sabemos las cosas más básicas que tenemos que preparar para una jornada segura y divertida de senderismo. Unas buenas botas, agua, comida, explicar a nuestros seres queridos el itinerario que seguiremos, mirar el tiempo que hará, etc.

¿No puedes comprarte un GPS, pero quieres salir a hacer senderismo?

Sácale partido a tu móvil y al GPS con la aplicación IGN. Tiene muchísimas funciones, os voy a mostrar lo básico:


¿Qué es IGN?

IGN Mapas de España es una aplicación de gestión de mapas offline y online mediante servicios WMS, en formato ráster o vectorial. Esto nos permite cargar y utilizar mapas de una grandísima variedad de instituciones o empresas, tales como el Instituto Geográfico Nacional o Google.Además, puede gestionar archivos vectoriales como trackings o waypoints en formatos como “.KMZ”, “.KML” o el todopoderoso “.SHP”


¿Dónde puedo conseguir la app IGN?

App IGN se puede descargar de forma totalmente gratuita desde su página web: www.ign.es. Además, en Google Play Store encontrarás la versión de donación para apoyar al soporte de la aplicación.


Visión General

El IGN es sencillo en apariencia, tenemos una barra superior con 4 iconos, debajo de los iconos está el «Estado» (nos indicará si estamos grabando el track, si está el GPS, si hay alarmas activas…).

El mapa está en el centro, en la parte inferior tenemos la información del GPS y también hay 2 menús contextuales de color rojo con dos flechas que cuando les damos nos salen sus opciones.

Los objetos con los que podemos hacer acciones son tanto la barra superior como los menús contextuales y el botón de menú de Android:

  1. El primer Icono que tiene forma de «Flecha torcida», tenemos todas las opciones para generación y uso de tracks, luego cuento cómo funcionan.
  2. En el segundo Icono, una «Chincheta», tenemos las acciones con los waypoints (puntos de control del mapa).
  3. El tercer icono, una «Carretera», tenemos el menú de gestión de Rutas, es la nos permite cargar, descargar Rutas, internas, externas…
  4. El cuarto icono, un «Mapa del mundo», tenemos las opciones sobre los mapas.
  5. En el menú contextual de la izquierda (si damos al mayor o flecha a la derecha, se abre), tenemos las opciones de visualización: zoom +, centrar, zoom – y escala.
  6. En el menú contextual de la derecha (si damos al menor o flecha a la izquierda, se abre), tenemos: Activación/Desactivación de GPS, Activación/Desactivación de Track, la mano (fija la pantalla, no sigue al GPS), menú de utilidades (TC1…TC4) y mapa 3D.
  7. EL botón de menú de Android tenéis la configuración y las opciones secundarias.

Como veis tiene más opciones que una navaja suiza, lo mejor es aprender lo básico y poco a poco ir avanzando.


Crear un Mapa Offline

Lo primero, este sistema de mapas no se basa en descargar todos los mapas en la memoria del móvil, sino que eres tú como usuario el que te creas tus mapas personalizados, con lo que usas la memoria justa y necesaria.

Para ello teniendo Wi-Fi (o 3G) y no nos importa los datos consumidos, en esta noticia os explico sobre las conexiones de móvil), realizamos la creación de un mapa:

  • Daremos en el menú al icono del «Mapa del mundo «, el cuarto.
  • Después a la primera opción, «Abrir Mapa «; aquí veremos tanto los mapas ONLINE como los OFFLINE (creados por ti), seleccionamos ONLINE y buscamos «WMS: IGN(ES)» para España. Ya tenemos el mejor mapa de España. Ahora con los dedos («arrastrar» mueve y «pinza» hace zoom) buscaremos la zona donde queremos hacer el mapa Offline.
  • Cuando estemos situados, daremos al icono «Mapa del mundo» y «Creador de Mapas «, nos saldrá una pantalla nueva.
  • Ahora tendremos que poner dos puntos, primero uno y después otro, la esquina superior izquierda y la esquina inferior derecha. Seleccionando un rectángulo, ese es nuestro mapa. Coged siempre un poco más de la zona donde vais a ir, por ejemplo, los 2 o 3 pueblos más cercanos.
  • Le damos a la verificación de color azul, cuando tengamos el cuadrado que queremos.
  • Ahora nos preguntará que capas queremos guardar, el nombre, poned algo característico para que sea fácil localizarlo. Respecto a las capas, yo selecciono todas las capas, eso me permite tener la precisión de zoom máxima, pero cuantas más capas más Megas para descargar.
  • Damos «Descargar» y se pone a trabajar, dependiendo de la Wi-Fi y la cantidad de mapa seleccionada tarda más o menos. No seamos valientes bajándonos toda España, ya que va a tardar mucho, va a ocupar una barbaridad y no creo que quieras tener las rutas de una pedanía para ir de una huerta a otra, ni un pueblo que nunca vais a ir.
  • Y ya tenemos el mapa Offline creado.

Para usar el mapa es muy fácil hacemos lo mismo que al principio, damos a «Mapa del mundo» y a «Abrir Mapa», seleccionamos OFFLINE y ya estará el nuevo mapa con nuestro nombre, para nuestro uso y disfrute. Y podéis dejar el móvil en modo avión y el mapa será operativo 100%, pero solo en la zona seleccionada.


Generar un TRACK

Ya estamos en el monte y tenemos un mapa offline de nuestra zona de trekking, dejamos el móvil sin Internet, para que no consuma batería innecesariamente, incluso en modo avión. Y queremos guardar una Track, entonces hacemos esto:

Damos al primer Icono «Flecha torcida», y damos «Iniciar Grabación «, también está en el menú contextual de la derecha (en la segunda posición). Esto grabará la ruta, si tenías una guardada te permite seguir grabando, grabar un segmento nuevo o hacerlo de nuevo.

Es muy sencillo, pero lo más complejo de la aplicación es que deja todo lo que haces en el mapa con lo que se convierte en una maraña de datos. Con lo que hay que borrar los datos de la pantalla antes de empezar una nueva Track o Ruta (ojo solo la borra de la pantalla, luego os cuento como recuperarlos):

  • En el primer Icono «Flecha torcida» (Tracks) damos «Eliminar» y esto borra de la pantalla los datos de Tracks.
  • En el tercer Icono «Carretera» (gestión de Rutas) damos también a «Eliminar» y esto borrará los datos de las Rutas de la pantalla.

Si lo que queremos es continuar grabando un Track entonces cargaremos el Track antiguo. Para ello, daremos icono «Flecha torcida» y después a «Gestionar» que nos permitirá buscar en la base de datos todo lo cargado, y después damos «Continuar el Track». Y podemos iniciar la Generación, pero donde lo dejamos. Al dar a «Iniciar Grabación» le daremos Seguir (continuaremos en el mismo punto) o segmento para separar cada sesión.

Móvil a la mochila y a andar, sencillo.

Pero este Track es simplemente es una línea sosa y sin contenido, si queremos añadir contenido lo que haremos es usar los Waypoints, para ello daremos el segundo Icono «Chincheta» y daremos «Crear», podemos ponerle nombre, además de tener muchas opciones de incluir información y al dar «ACEPTAR» seleccionaremos un icono que lo defina, hay de todo tipo: inicio, fin, puente, fuente, vistas, cruce siga a la derecha…


Cargar una Ruta y Seguirla

Como habéis visto todo se gestiona prácticamente en los 4 iconos de la parte superior. Y en el primero y tercero hay dos botones que son «Eliminar» para limpiar la pantalla y «Gestionar» donde podremos recuperar la información, es también la forma de acceder a las estadísticas, que son muy completas.

Con esta nota previa, ahora queremos cargar un Track para hacer una Ruta, hay dos formas de hacerlo:

  1. Hemos conseguido el Track de alguien o de Internet, daremos al segundo Icono «Carretera» y daremos «Cargar GXP/KML» (los formatos universales de tracks) y lo buscaremos donde previamente lo hemos descargado. Ojo cuando te lo envías por correo y lo descargas tiene que estar en la carpeta Download de la SD (hay muchos móviles con dos SD, la interna y la externa, puede estar en cualquiera de los dos, para mas aclaraciones, os viene bien esta noticia de los Archivos en Android).
  2. Hemos grabado nosotros el Track y queremos recuperarlo, entonces es mucho más fácil, damos al tercer Icono «Carretera» y damos «Gestionar», donde tendremos todo lo guardado, lo buscamos y lo cargamos como Ruta.  Hay que tener en cuenta varias cosas:
    • Podemos cambiar la dirección de la Ruta, damos al tercer Icono «Carretera» y damos «Invertir»
    • Para empezar a seguir la ruta hay que dar a «Seguir» y si queremos parar hay que dar «Parar Seguir Ruta»
    • EL GPS no se activa automáticamente hay que activarlo, está en el primer Icono «Flecha torcida» o en el menú contextual de la derecha.
    • El sistema activa un sistema de Alarmas sonoras sobre la ruta y sobre los waypoints y se pueden desactivar o activar.

Es sencillo. Espero que con estas tres cosas seáis capaces de disfrutar del móvil.

Espero que haya conseguido ayudaros y que disfrutéis del campo y podáis usar el móvil como una herramienta útil. Ya que teniendo los mapas de la zona en la que estéis, las probabilidades de perderos se reducen mucho y podéis ver las rutas posibles en caso de perderos.

Sácale partido a tu móvil

SI NO ESTÁS SEGURO PERO QUIERES REALIZAR LA ACTIVIDAD CONTRATA A UN GUÍA PROFESIONAL.

Daniel Román el «Hombre-pájaro» español, cruza volando el arco del Puente Nuevo de Ronda

El 30 de noviembre, Dani Román, el hombre-pájaro español, se convirtió en la primera persona en atravesar volando el arco central del Puente Nuevo de Ronda, aterrizando a orillas del tajo de esta localidad malagueña después de sobrevolarla a una velocidad de 270 km/h.

Dani Román hizo así realidad un proyecto que inició hace más de un año y que le ha supuesto meses de preparación tanto mental como física. «Para este proyecto en concreto habré hechos unos 100 saltos, practicando la maniobra necesaria para poder sobrepasar el arco, lo que dentro del mundillo se conoce como flare. También ha habido muchas horas de entrenamiento en túnel de viento, practicando el vuelo sobre plano, que era clave a la hora de alejarme del puente».

Esta preparación técnica del atleta de Red Bull, con múltiples visitas a Ronda para analizar los factores implicados en el salto, como las medidas exactas del puente y la distancia a recorrer para garantizar un aterrizaje seguro, han conseguido la viabilidad de un hito histórico que no ha dejado nada a la improvisación.

«Todas las medidas que tomo y las diferentes variantes las suelo plasmar en dibujos, lo cual me da confianza,» comenta el andaluz. «Al final, saber con plena exactitud la altura, la distancia horizontal que recorro y cuánto tiempo voy a tardar en abrir el paracaídas son medidas clave para hacer cualquier salto con la máxima seguridad. Los dibujos no son más que una manera fácil de representarlo todo gráficamente».

La acción, que duró menos de 20 segundos, ha supuesto un antes y un después en la trayectoria de Dani Román, nacido en la localidad jiennense de Úbeda. «Estoy emocionado. Tras un año trabajando, todo ha salido tal y como esperábamos. Estoy muy feliz, conseguir darle alas a este proyecto significa mucho para mí» comentó al tocar tierra.

«He aprendido muchísimas cosas durante mi carrera, pero algo que sin duda he aplicado hoy es la importancia de hacer las cosas sin presión. Tiene que ser un reto en el que te sientas bien, cómodo y seguro. Hazlo por ti y no por la cámara», concluye.

Guía de Refugios de Sierra Nevada

REFUGIOS GUARDADOS


REFUGIO POQUEIRA – 2.500M.

Coordenadas: UTM-ETRS89.30S x= 471219 y= 4097970
LLAMAR
WEB
UBICACIÓN
  • Refugio: Con guarda, de dos plantas y abierto todo el año.
  • Zona: Barranco del Poqueira.
  • Situación: A los pies de la cumbre más alta del la península, en la margen izquierda del rio Mulhacén.
  • Año de inauguración: 1.996.
  • Propiedad: Consejería de Turismo y Deporte/ Consejería de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía.
  • Gestionado: Federación Andaluza de Montañismo (FAM)
  • Equipo de Guardería: Ansi Moslero Mellado y Rafael Quintero.
  • Otros Refugios en la zona: La Caldera y la Carihuela.
  • Capacidad: 100 literas.
  • Servicios: Agua, duchas, bar, comidas, camas, botiquín, estufa, cocina libre, luz microcentral chimenea, taquillas. En caso de ausentarse el guarda se dejará una parte abierta, libre a los montañeros.

REFUGIO POSTERO ALTO – 1.900M.

Coordenadas: UTM-ETRS89. 30S x= 481993 y= 4110076
LLAMAR
WEB
UBICACIÓN
  • Refugio: Con guarda, formado por varios módulos, imitando un poblado minero. Abierto durante todo el año.
  • Zona: Barranco del Alhorí.
  • Situación: Bajo el Picón de Jérez, en el cortafuegos de la loma de En medio.
  • Año de inauguración: 1.996.
  • Propiedad: Consejería de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía.
  • Gestionado: Federación Andaluza de Montañismo (FAM)
  • Equipo de Guardería: Pilar Moslero Mellado y Pedro Zamora Baños.
  • Otros Refugios en la zona: La Ragua, Poqueira. A más de una jornada.
  • Capacidad: 64 plazas en litera.
  • Servicios: Desayunos, Comidas, Cenas, Picnic, Bar, Chimeneas en Salones, Duchas de Agua Caliente, Actividades deportivas, Educación Ambiental.

REFUGIOS VIVAC

  • No se requiere permiso del parque para pernoctar en el refugio.
  • No se permiten perros.
  • Cerrar puertas.
  • No tiene servicio de recogida de residuos. Los usuarios deben llevarse sus propias basuras.

REFUGIO VIVAC LA CALDERA – 3.050M.

Coordenadas: UTM-ETRS89.30S x= 467000 y= 410462
WEB
UBICACIÓN
  • Refugio: Refugio vivac abierto y sin guardas.
  • Zona: Cabecera del Poqueira
  • Situación: En una lomilla entre la laguna de la Caldera y el collado del Ciervo.
  • Año de inauguración: 1988
  • Otros Refugios en la zona: Poqueira y la Carihuela.
  • Capacidad: Para 16 personas.
  • Agua: En la Laguna de la Caldera o en invierno por fusión de nieve.
  • Otros: Mesa y bancos.

REFUGIO VIVAC LA CARIHUELA – 3.205M.

Coordenadas: UTM-ETRS89, 30S x= 470967 y= 4101004
WEB
UBICACIÓN
  • Refugio: Refugio vivac abierto y sin guardas.
  • Zona: Cabecera del Poqueira / Estación de esquí de Sierra Nevada.
  • Situación: En el Collado del Veleta, vertiente sur.
  • Año de inauguración: 1988
  • Otros Refugios en la zona: Poqueira y la Caldera.
  • Capacidad: Para 16 personas.
  • Agua: Fusión de nieve y chorreras de la Carihuela o en la Laguna de Aguas Verdes.
  • Otros: Mesa y bancos.

REFUGIO VIVAC LA CUCARACHA (CALVARIO) – 1.840M.

Coordenadas: UTM-ETRS89.30S x=469965 y= 4107922
WEB
UBICACIÓN
  • Refugio: Refugio vivac abierto y sin guardas.
  • Zona: Cabecera del Genil, cercano a la cresta.
  • Situación: Loma del Calvario, vertiente sur.
  • Año de inauguración: 1952
  • Otros Refugios en la zona: Peña Partida, Aceral y Vadillo (estos dos últimos en malas condiciones)
  • Capacidad: Para 16 a 20 personas.
  • Agua: Fuente de los Lirios ( a 10 minutos del refugio, hay de 15 a 20 minutos de subida de regreso)
  • Otros: Chimenea y bancos.

REFUGIO VIVAC EL MOLINILLO (PEÑA PARTIDA) – 2.420M.

Coordenadas: UTM-ETRS89, 30S x= 473577 y= 4109399
WEB
UBICACIÓN
  • Refugio: Refugio vivac abierto y sin guardas.
  • Zona: Cabecera del Genil. Cuenca del Río Vadillo. En la Loma del Papeles, vertiente sur, muy cerca de la divisoria.
  • Situación: Loma de Papeles, vertiente sur.
  • Año de inauguración: 1988
  • Otros Refugios en la zona: La Cucaracha y Postero Alto
  • Capacidad: Para 10 personas.
  • Agua: Lavadero de la Reina o Acequia de Papeles (Pastilla Potabilizadora)
  • Otros: Mesa y bancos.

REFUGIO VIVAC PIEDRA NEGRA – 1.890M.

Coordenadas: UTM-X=509889 Y= 04105947
WEB
UBICACIÓN
  • Refugio: Refugio vivac abierto y sin guardas.
  • Zona: Cabecera del rio Nacimiento..
  • Situación: En el borde del cortafuegos de la loma de la Cruz.
  • Año de inauguración: 1988
  • Otros Refugios en la zona: Ubeire y el Doctor/ El Roble
  • Capacidad: Para 12 personas.
  • Agua: Fuente Alta, los Charquizales, a 1 minutos. Chimenea.
  • Otros: Mesa, Chimenea y bancos.

IREMOS AÑADIENDO ALGUNOS MÁS QUE FALTAN

Historia detrás del nombre del monte Everest

Monte Everest: un nombre para la historia


El Everest con una altitud de 8.848, metros es la montaña más alta del planeta Tierra. Se encuentra localizado en el continente asiático, en la cordillera del Himalaya, concretamente en la sub-cordillera de Mahalangur Himal entre el Tibet (China) y Nepal. Es considerada como la frontera mas alta del mundo, y en ella se encuentran cuatro de los catorce ochomiles del mundo: Everest (8.848 metros), Lhotse 8.8516 metros), Makalu (8.481 metros), y Cho Oyu (8.188 metros); así como otros picos de gran importancia.

En Nepal se conoce al Everest como “La frente del cielo” y en el Tibet como “La Madre del Universo”.

Fue en 1973 cuando se registró por primera vez el nombre tibetano Tchomour langmac (representación fonética de Chomolungma) sobre un mapa elaborado por el cartógrafo francés Jean Baptiste Bourguignon d’Anville. Y no fue hasta 1865 cuando la Royal Geographical Society le dio oficialmente el nombre occidental de Everest.

Pero, ¿Por qué se llama Everest la montaña más alta del mundo?


George, nacido en un barrio londinense en 1790, abandonó su tierra natal a los 16 años de edad para ejercer su carrera militar en India. Era especialmente habilidoso en matemáticas y astronomía, lo que le llevó rápidamente a asumir funciones de agrimensura (disciplina que se ocupa de la ubicación, identificación, delimitación, medición, representación y valuación del espacio y la propiedad territorial).

A sus 28 años de edad, en 1818, fue nombrado ayudante principal de William Lambton, el director del Gran Proyecto de Topografía Trigonométrica, que tenía por objetivo realizar una medición precisa de todo el subcontinente indio.

A sus 33 años de edad, tras la muerte de Lambton en 1823, George fue nombrado superintendente del proyecto.

Y con 40 años, en 1830, fue nombrado Agrimensor General de la India, cargo que ocupó hasta su retiro en 1843 con 53 años.

Tras su jubilación, su puesto lo ocupó su pupilo Andrew Scott Waugh, quien en 1841 completó la medición del meridiano en el norte de India, donde se localizan los picos nevados del Himalaya. Sin embargo, no fue hasta 1852 cuando el jefe matemático indio Radhanath Sikdar comunicó a Waugh los resultados de la medición: el llamado Pico XV era el más alto del mundo con 8.839,2 metros (altura corregida hoy día a 8.848 metros).

Waugh invirtió unos años en comprobar los cálculos, y tras confirmarlos en 1856, anunció sus resultados a la prestigiosa institución científica Royal Geographical Society, proponiendo para esta cima el nombre de su antecesor en el cargo de topógrafo general británico de la India, que no era otro que George, de apellido Everest. El debate se extendió hasta 1865, y en su camino se encontró con sorprendentes resistencias como la del propio Sir George Everest, que argumentó en contra de su propio nombre manifestando que la población local tendría problemas al pronunciarlo. A pesar de sus objeciones, tras un prolongado debate, en 1865 se adoptó oficialmente la designación propuesta por Waugh: el monte más alto del mundo recibiría el nombre de Monte Everest.

George Everest

A continuación podemos leer la carta original que Waugh dirigió a la Royal Geographical Society en 1857 para proponer el nombre de Everest a la cima más alta del mundo:

«Mi respetado jefe y predecesor, el coronel Sir Geo. Everest, me enseñó a asignarle a cada objeto geográfico su verdadera denominación local o nativa. Siempre me he adherido escrupulosamente a esta regla, como he hecho caso a todos los demás principios establecidos por ese eminente profesor.

Pero aquí hay una montaña, muy probablemente la más alta del mundo, sin ningún nombre local que podamos descubrir, o cuya denominación nativa, si es que tiene alguna, no será determinada antes de que se nos permita penetrar en Nepal y acercarnos a esta estupenda masa nevada.

Mientras tanto, el privilegio, así como el deber, me incumbe asignar a este elevado pináculo de nuestro globo, un nombre por el cual puede ser conocido entre los geógrafos y convertirse en una palabra familiar entre las naciones civilizadas.

En virtud de este privilegio, en testimonio de mi afectuoso respeto por un jefe venerado, de conformidad con lo que creo que es el deseo de todos los miembros del departamento científico, sobre el cual tengo el honor de presidir y perpetuar la memoria de ese ilustre maestro de investigación geográfica precisa, he decidido nombrar este noble pico del Himalaya ‘Mont Everest'».

Andre Scott Waugh, 11 de mayo de 1857.

Proceedings of the Royal Geographical Society of London IX: 345-351.

FÓSIL AMMONITES

El fósil ammonites proviene de un molusco cefalópodo, los ammonoideos. Estas criaturas habitaron nuestro planeta hace 400 millones de años, hasta que hace 65 millones de años un enorme meteorito de 10 km de diámetro extinguió al 70% de las especies de la Tierra, entre ellos nuestros protagonistas.

Pero hasta la más humilde criatura puede dejar huella de su paso por la Tierra.

Aunque su forma es relativamente simple, los fósiles amonites ofrecen cantidad de información a los paleontólogos para datar y estudiar las formaciones rocosas de otras eras.

Los ammonites son animales marinos que prosperaron en las Eras Paleozoicas y Mesozoicas, parientes extintos de los calamares, pulpos, sepias y nautilos que conocemos en nuestros días.

Podían nadar gracias a la construcción única de su caparazón, que se dividía en una serie de cámaras de aire. El aire proporcionaba flotabilidad al animal, y al igual que los cefalópodos modernos las amonitas se movían por el los océanos y mares usando propulsión a chorro.

Como las amonitas vivían exclusivamente en ambientes marinos, su presencia nos indica indica la ubicación de los mares prehistóricos como el Mar de Tetis.

Se han descrito varios millares de especies, que se distribuyen de forma variable en unos 1.800 géneros.

¿Cómo eran los ammonites?


Los ammonites son animales marinos protegidos por una sola concha formada por un mineral llamado aragonita, generalmente enrollada en forma de espiral plana, que puede llegar a medir hasta dos metros de diámetro. ¡Como la rueda de un camión!

La concha se divide en dos partes: el “fragmocono”, donde se almacenan los gases que controlan la flotabilidad del animal; y la “cámara interior” que albergaba su cuerpo o partes blandas.

Las partes blandas son poco conocidas porque los fósiles solo conservan la concha. Los expertos suponen que eran parecidos a los actuales nautilos, con una corona de tentáculos en la cabeza asomando por la abertura de la concha, mientras que el cuerpo blando permanecía en el interior.

¿Sabías que sólo examinando las características de las conchas fósiles se puede saber si los ammonites eran buenos o malos nadadores?

Los peores nadadores habitaban en fondos marinos cercanos a la costa, mientras que los mejores vivían nadando en mar abierto.

¿Por qué se llaman ammonites?


Si te fijas, la forma de los fósiles amonites recuerda a los cuernos de un carnero. Este parecido fue lo que llevó a Plinio el Viejo, un naturista latino de hace 2.000 años, a llamar a estos fósiles “ammonis cornus” (cuernos de Ammon), haciendo referencia al dios “dios Ammon”, sobrenombre del dios romano Júpiter, que era representado con cabeza de hombre y cuernos de macho cabrío.

¿Cómo se forman los fósiles amonites?


Cuando un organismo muere y su cadáver es enterrado en poco tiempo por los sedimentos, se salva de la intervención de los agentes biológicos y mecánicos crecen mucho las posibilidades de que fosilice.

Obviamente es mucho más sencillo que lo hagan las partes duras como conchas y huesos, que las partes blandas como los músculos y vísceras que a pesar de su enterramiento siguen expuestos a la acción de las bacterias. Todo depende de lo hermético que sea el envoltorio protector que rodea al organismo.

El proceso de fosilización comienza a partir de la desaparición de las partes blandas y el relleno de los huecos por el sedimento circundante. En ese momento empiezan a producirse una serie de transformaciones químicas que poco a poco van sustituyendo los compuestos orgánicos de esos restos por minerales.

ESCALA EUROPEA DE PELIGROS DE ALUDES

El peligro de aludes se valora utilizando una escala de cinco niveles, de uso común en todos los países de Europa.

La escala europea de peligro de aludes es la referencia central para determinar y comunicar el peligro por avalanchas de nieve. Es un elemento de consenso internacional en permanente revisión para adaptarse a las necesidades de la protección de vidas y bienes en el ámbito de la montaña nevada. Se ha actualizado en 2018 para recoger las nuevas denominaciones de los tamaños de los aludes, aprobada por la organización europea de servicios de aludes (EAWS). 

El nivel de peligro en la escala varía en función del grado de inestabilidad del manto nivoso, del tamaño de los aludes que pueden producirse y del número de laderas en las que pueden desencadenarse, ya sea espontáneamente o al paso de personas. Se utilizan iconos identificativos de distintos colores, para facilitar la comunicación: 

Escala Europea de Peligro de Aludes


1 DEBIL

Estabilidad del Manto Nivoso: Bien estabilizado en la mayoría de las vertientes.

Probabilidad de Desencadenamiento: En general, el desencadenamiento de aludes es posible solo por sobrecarga fuerte en puntos aislados de laderas muy inclinadas y terreno extremo. De forma natural solo son posibles aludes pequeños y medianos.

Recomendaciones para montañeros y esquiadores:
Circular en pendientes extremadamente inclinadas de uno en uno y valorar el peligro de caídas.


2 LIMITADO

Estabilidad del Manto Nivoso: En algunas pendientes suficientemente propicias a aludes, moderadamente estabilizado.

Probabilidad de Desencadenamiento: Es posible el desencadenamiento de aludes por sobrecarga fuerte, especialmente en las laderas empinadas indicadas. No se esperan aludes naturales muy grandes.

Recomendaciones para montañeros y esquiadores:
Las actividades de montaña deben seleccionarse cuidadosamente, especialmente en laderas con la orientación y la elevación indicadas en el boletín. Circula en pendientes muy inclinadas de uno en uno. Estar atentos a estructuras desfavorables del manto de nieve.


3 NOTABLE

Estabilidad del Manto Nivoso: En numerosas pendientes suficientemente propicias a aludes, moderado o débilmente estabilizado.

Probabilidad de Desencadenamiento: Es posible el desencadenamiento de aludes, incluso por sobrecarga débil, especialmente en las laderas empinadas indicadas. En ciertos casos son posibles algunos aludes naturales grandes y, de manera aislada, muy grandes.

Recomendaciones para montañeros y esquiadores:
La situación más crítica para los montañeros. Utilizar el terreno de manera eficaz y seleccionar la mejor ruta posible y con una exposición mínima. Evitar pendientes muy inclinadas con la orientación y la elevación indicados en el boletín. Se recomienda a personas sin experiencia mantenerse en pistas de esquí abiertas.


4 FUERTE

Estabilidad del Manto Nivoso: En la mayoría de las pendientes suficientemente propicias a aludes, débilmente estabilizado.

Probabilidad de Desencadenamiento: Es probable el desencadenamiento de aludes, incluso por sobrecarga débil, en numerosas laderas empinadas. En algunos casos se esperan numerosos aludes naturales grandes e incluso muy grandes.

Recomendaciones para montañeros y esquiadores:
Mantenerse en terrenos moderadamente inclinados. Cuidado con las zonas de llegada de grandes aludes. Las personas sin experiencia deben permanecer en pistas de esquí abiertas. Esta previsión se da sólo en unos días durante todo el invierno.


5 MUY FUERTE

Estabilidad del Manto Nivoso: Inestabilidad generalizada del manto nivoso.

Probabilidad de Desencadenamiento: Se esperan numerosos aludes naturales muy grandes e incluso extremadamente grandes, también en laderas moderadamente inclinadas.

Recomendaciones para montañeros y esquiadores:
Se recomienda no salir a la montaña fuera de pistas de esquí abiertas



Fuente: AEMET

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Historia Cueva de la Pileta

La cueva de la Pileta es una cueva situada en Benaoján, provincia de Málaga en España. Es un yacimiento prehistórico con arte parietal del Paleolítico y restos neolíticos, descubierto en 1905 por José Bullón Lobato, y explorado y estudiado por Willoughby Verner, Henri Breuil y Hugo Obermaier. La cueva reúne numerosas pinturas y grabados de estilo francocantábrico con representaciones de cérvidos, caballos, peces, cabras, toros, una foca, un bisonte, signos abstractos y figuras indeterminadas. Se trata de un importante conjunto que aporta interesantes datos sobre la expansión del arte paleolítico fuera de sus áreas clásicas de desarrollo (norte de España y SO de Francia). Asimismo se han hallado también figuras negras esquemáticas del Eneolítico y restos materiales neolíticos (cerámica pintada e incisa). Es uno de los principales atractivos turísticos de la serranía de Ronda.

LA CUEVA DE LA PILETA Y LA FAMILIA BULLÓN

La Cueva de la Pileta está vinculada a la familia Bullón desde su descubrimiento por José Bullón Lobato (1870 – 1940), el agricultor que arrendaba la finca en la que se halla.

Fue un día de primavera de 1905 que José Bullón Lobato decidió explorar una sima próxima a su casa de la que salían cada anochecer bandadas de murciélagos. Su propósito era buscar guano para abonar las tierras y aumentar la producción, pues se las veía y deseaba para cumplir con una renta de casi media tonelada de trigo anual. La sima resultó ser la entrada a una gran cueva que le maravilló, y en la que halló huesos, cacharros de cerámica y pinturas en las paredes, representando animales y unos signos que nunca había visto.

Tras encontrar en sus primeras incursiones las primeras pinturas rupestres denominó al enclave Cueva de los letreros que más tarde tomó el nombre de la Pileta por el cerro en el que se encontraba.

La noticia no tardó en extenderse por los pueblos de los alrededores y en 1907 el coronel retirado Willoughby Verner, residente en la cercana ciudad de Algeciras, conoció la existencia de la cueva mientras se encontraba en la localidad de Jimera de Líbar.

Años después del hallazgo, en 1909, Willoughby Verner un militar británico retirado afincado en Gibraltar, que solía recorrer la zona llevado por su afición a la ornitología, supo del hallazgo de José y conoció la cueva guiado por éste.

Posteriormente en el año 1911 se escribió unos artículos «Letters from Wilder Spain. A mysterious Cave» para la revista inglesa The Saturday Review. que fueron leídos por el abate Henri Breuil, toda una autoridad en las culturas prehistóricas, despertando tanto su interés que organizó con otros investigadores como Hugo Obermaier, Pablo Wernert y Juan Cabré una expedición a la cueva en 1912. Aquella campaña vino a significar el descubrimiento científico de la cueva de la Pileta, pues los investigadores autentificaron y catalogaron las pinturas rupestres descubiertas.

Como consecuencia de estas visitas aparecería la monografía La Pileta a Benaojan: (Malaga) (Espagne) bajo el patrocinio del príncipe Alberto I de Mónaco.

La tarea duró más de un mes debido al elevado número de motivos gráficos que contenía la cueva, y habría durado más de no haber contado con la colaboración de José y los pequeños escalones que éste había ido labrando en los lugares más difíciles. Hasta entonces, José no había tenido una idea real de lo que había descubierto y de su importancia, pues como la mayoría de las personas de la época, nunca había oído hablar de culturas prehistóricas. Finalizada la campaña, los investigadores partieron preocupados por el destino que le esperaba a la cueva, instando a José a protegerla de cualquier daño, cosa que él aseguró, lo haría.

Fue así como una sencilla familia de agricultores se convirtió en pionera en la protección de un arte por entonces apenas reconocido, considerado posteriormente uno de los patrimonios más excepcionales del pasado de la Humanidad.

La relevancia de la cueva de la Pileta tuvo su reconocimiento en 1924, cuando fue declarada Monumento Histórico Nacional y nombrado Guarda Oficial de la misma a Tomás BullónGarcía (1902 – 1961), el primogénito de José. Ese mismo año de 1924, Tomás había descubierto la entrada por la que se accede actualmente a la cueva, un hallazgo que facilitó en gran medida la visita de la estación rupestre.

Cabe destacar también entre los hallazgos de Tomás, el descubrimiento en 1933 de una galería de un kilómetro de longitud llamadas Nuevas Galerías y las Galerías del SEU donde se localizaron esqueletos humanos, entre sus proezas, el haber sido la primera persona en descender hasta el fondo de la Gran Sima, un pozo vertical de más de setenta metros de profundidad y, entre sus obras, los trabajos de acondicionamiento que hicieron factible la visita del público.

En la década de 1940 se procedió a acondicionar el interior de la cueva tallando escalones allí donde era necesario con el objetivo de facilitar el tránsito por su interior.1No sería hasta 1992 cuando los hijos de Tomás Bullón acompañados por el grupo de espeleólogos del Grupo Espeleológico Alpino Rondeño (GEAR) de Ronda descubrieron un nuevo tramo en la cueva de 250 metros de longitud.

Tomás, llamado por las crónicas “el hijo de la cueva”, fallecería sin ver la carretera que abrió definitivamente las puertas de la cueva al mundo. Construida en los años sesenta, desde el municipio de Benaoján (Málaga), representó el final del aislamiento de un en clave al que sólo se podía acceder tras recorrer a pié o en caballerías casi cuatro kilómetros de sendas. Tomás dedicó su vida a las tareas propias del campo y a la cueva, siempre vigilante y atento cuando era requerido para mostrar sus maravillas. Logró, poco antes de morir, la aspiración de todo agricultor, ser el propietario de las tierras que trabajaba, el Rancho de Harillo y, por consiguiente, de la cueva que éstas ocultaban. Los hijos varones de Tomás “echaron los dientes” en la cueva como su padre. Éste les había inculcado un respeto casi reverencial por ella, transmitiéndoles también un valioso bagaje desconocimientos, adquiridos en su relación con los más destacados investigadores del tesoro cultural que el destino había puesto en sus manos.

La labor de los hermanos Bullón, Eloy (1932 – 1996), Tomás (1936 ­ 2012), José Antonio y José, empezó a principios de los años cincuenta: ampliaron la anchura de los escalones que jalonan la cueva (de cincuenta centímetros a un metro), completaron el cerramiento de seguridad de las tres bocas de acceso, descubrieron en 1992 una galería virgen de doscientos cincuenta metros de longitud, hallaron pinturas y grabados rupestres que habían pasado desapercibidos a otros…La aportación fundamental de los hermanos Bullón fue establecer un plan de uso y gestión del enclave acorde con el espíritu de conservación que debe dirigir el tratamiento de todo bien a proteger.

Hoy, cuando gran parte del arte rupestre descubierto en España ha desaparecido o es apenas reconocible, la cuarta generación de la familia, José Tomás y Rosario, continúa guiando los pasos de los visitantes por el continente y contenido de una estación rupestre que se muestra en excelente estado de conservación, “congelada en el tiempo” por una labor secular apenas conocida que es ejemplo en la difícil tarea de proteger y conservar el primer arte, el llamado Arte de las Cavernas.

Geológicamente la Sierra de Grazalema, junto al resto de las denominadas zonas externas de la cordillera Bética, tuvo su origen en los sedimentos calcáreos depositados en el fondo del mar de Thetys a partir del periodo jurásico. Estos sedimentos fueron elevados durante la orogenia alpina como consecuencia de la colisión de la microplaca de Alborán y la placa ibérica durante el mioceno inferior.
A partir de su emersión el conjunto calcáreo se vio sometido a la acción erosiva de los agentes ambientales. La sierra de Líbar, en cuya vertiente oriental se encuentra La Pileta, actuó desde un principio como vía de drenaje de las aguas del cercano río Guadiaro aprovechando las aguas las grietas abiertas en la roca durante el plegamiento del cerro. De este modo la cueva va progresivamente formándose y ensanchando sus galerías desde el plioceno.

En una primera etapa la cueva permanece totalmente inundada al encontrarse por debajo del nivel del río. Progresivamente a lo largo del pleistoceno y conforme el cauce del Guadiaro forma el valle en el que hoy se encuentra van quedando galerías libres de agua mientras que se forman otras en niveles inferiores. Corresponden a esta etapa de formación de la cueva la génesis de gran parte de las estructuras estalagmíticas presentes por la filtración de agua a través de las grietas de techos y paredes y el arrastre de minerales disueltos.

Con posterioridad a la bajada del nivel del río debió producirse un segundo fenómeno de inundación en la cueva, provocado quizás por el cierre temporal de las vías de drenaje al exterior, que ocasionaron un nuevo episodio erosivo que tuvo como consecuencia la formación de olas de erosión y el desgaste de paredes y columnas.

Tras la posterior desaparición de las aguas subterráneas el sistema de galerías queda expuesto y se abre la entrada principal por la rotura de la montaña en una falla que dará también lugar al polje Harilla situado a los pies de la ladera.

PARQUES NATURALES DE ANDALUCÍA

Los Parques Naturales son áreas naturales, poco transformadas por la explotación u ocupación humana que, en razón de la belleza de sus paisajes, la representatividad de sus ecosistemas o la singularidad de su flora, de su fauna o de sus formaciones geomorfológicas, poseen unos valores ecológicos, estéticos, educativos y científicos cuya conservación merece una atención preferente.

Andalucía cuenta con 24 Parques Naturales y 3 Parques Nacionales en todo su territorio.

La declaración de un espacio como Parque Natural se hace por Decreto del Consejo de Gobierno de la Junta de Andalucía.

Pinchar en cada imagen para ver la información de cada Parque Natural

PARQUE NATURAL

CABO DE GATA-NIJAR

Primer espacio marítimo-terrestre protegido de Andalucía, lleno de contrastes entre el medio marino, el litoral y el terrestre.

PARQUE NATURAL

SIERRA MARÍA-LOS VÉLEZ

A pesar de la aridez propia almeriense, las cumbres de Sierra María se cubren de nieve todos los inviernos.

PARQUE NATURAL

BAHÍA DE CÁDIZ

La Bahía de Cádiz está conformada como un mosaico de paisajes entre playas, planicies fangosas y marismas.

PARQUE NATURAL

LA BREÑA Y MARISMAS DEL BARBATE

Parque marítimo-terrestre que constituye un punto de apoyo para las rutas migratorias de aves en las marismas del Barbate.

PARQUE NATURAL

DEL ESTRECHO

Como espacio situado entre dos continentes, África y Europa, el Estrecho es un área clave en los procesos migratorios.

Parque natural

los alcornocales

Complejo de sierras donde se desarrolla, en excelente estado de conservación, el mayor alcornocal de la Península Ibérica.

PARQUE NATURAL

SIERRA DE GRAZALEMA

El macizo de Grazalema ofrece un paisaje de contrastados relieves sobre rocas calizas, fruto de su historia geológica.

PARQUE NATURAL

SIERRA DE CARDEÑA Y MONTORO

La serenidad del entorno se refleja en su paisaje, de formas redondeadas y suaves lomas, resultado de la erosión del granito.

PARQUE NATURAL

SIERRA DE HORNACHUELOS

Sus montañas de relieves suaves están colonizadas por bosques de encinas y alcornoques. Entre su rica fauna destaca el buitre negro.

PARQUE NATURAL

SIERRAS SUBBÉTICAS

La naturaleza caliza de sus materiales es uno de sus mayores atractivos, observándose formaciones típicas del modelado Kárstico.

PARQUE NATURAL

SIERRA DE BAZA

Los científicos califican a este Parque Natural como una isla bioclimática, pues su paisaje y su clima varían respecto a su entorno estepario.

PARQUE NATURAL

SIERRA DE CASTRIL

Está atravesado de norte a sur por el río del mismo nombre, que origina la fisonomía y el peculiar entorno, de espectacular relieve.

PARQUE NATURAL

SIERRA DE HUÉTOR

Se encuentra cercano a la ciudad de Granada extendiéndose como conjunto de sierras de altura media de densa masa boscosa.

PARQUE NATURAL

SIERRA NEVADA

Alberga una de las floras más valiosas del continente europeo y posee un rico patrimonio cultural e histórico.

PARQUE NATURAL

SIERRAS DE ARACENA Y PICOS DE AROCHE

Conjunto de cadenas montañosas de media altura donde el dominio de pizarras y cuarcitas confiere al suelo un color oscuro característico.

PARQUE NATURAL

DOÑANA

Doñana destaca como una de las zonas húmedas más importantes de Europa.

PARQUE NATURAL

DESPEÑAPERROS

Impresionante desfiladero, obra del también denominado río Despeñaperros.

PARQUE NATURAL

SIERRA DE ANDÚJAR

Representante de un sistema típico de nuestra tierra y hábitat de especies mediterráneas muy interesantes.

PARQUE NATURAL

SIERRA MÁGINA

Macizo aislado, refugio de una valiosa flora mediterránea, en algunas casos única en toda Europa.

PARQUE NATURAL

SIERRA DE CAZORLA, SEGURA Y LAS VILLAS

Es el espacio protegido de mayor superficie en toda península y uno de los principales nudos hidrográficos de la geografía española.

PARQUE NATURAL

MONTES DE MÁLAGA

Su origen lo constituyen las repoblaciones de pinares en el río Guadalmedina para evitar las inundaciones de la ciudad.

PARQUE NATURAL

SIERRA DE LAS NIEVES

Este territorio montañoso está recortado por profundos barrancos y tajos espectaculares como el de la Caina.

PARQUE NATURAL

SIERRAS DE TEJEDA, ALMIJARA Y ALHAMA

Macizo montañoso formado por las Sierras de Tejeda, Almijara y Alhama a caballo entre las provincias de Málaga y Granada.

PARQUE NATURAL

SIERRA NORTE DE SEVILLA

El paisaje dominante lo conforman extensas dehesas de encinas y alcornoques donde anidan especies amenazada.

FUENTE PARQUES NATURALES DE ANDALUCÍA: AQUÍ

PARQUE NACIONAL Y NATURAL SIERRA DE LAS NIEVES

La Sierra de las Nieves se localiza en el extremo suroeste de la Cordillera Bética, enmarcándose en la porción más elevada de la Serranía de Ronda (Málaga), constituyendo las montañas más elevadas de la Andalucía occidental, con los 1919 metros de altura del Pico Torrecilla. Su estratégica ubicación geográfica, unida a su particular conformación geológica y orográfica, y la consiguiente complejidad del sustrato, hace que la vegetación se caracterice por su elevada diversidad. La Sierra de las Nieves es un importante refugio para la fauna silvestre. En ella se localizan, fundamentalmente, especies típica de media y alta montaña.

El nombre del parque desvela la presencia de nieve en sus altas cumbres, que antiguamente se mantenía durante todo el año. Los lugareños la almacenaban en los neveros y aprovechando las noches la bajaban mediante mulas, distribuyéndose por pueblos y ciudades.

El Parque Nacional con 22.979,76 hectáreas, comprende los municipios de Benahavís, El Burgo, Istán, Monda, Parauta, Ronda, Tolox y Yunquera, además de aquellos que conforman su zona periférica de protección: Alozaina, Casarabonela, Guaro, Igualeja, Ojén y Serrato.

Sierras blanquecinas y calizas de abruptas formaciones se contraponen con montes alomados de colores rojizos en el Parque Nacional y Parque Natural Sierra de las Nieves, un espacio ubicado al este de la ciudad de Ronda (Málaga).

Los montañeros tienen en este parque una cita con el Pico Torrecilla, de 1.919 metros de altitud, mientras que los amantes de la espeleología prefieren simas y pozos naturales como la del GESM con 1.101 metros de profundidad. Tanto en superficie como en el mundo subterráneo se suceden caprichosas formaciones kársticas originadas por la erosión y posterior precipitación de las calizas. En las cotas más bajas, las peridotitas tiñen de rojo el paisaje. Se trata de unas rocas mucho más impermeables que las calizas y con una especial composición que favorece la aparición de interesantes especies de flora.

De su elevada diversidad biológica da muestra también un inventario florístico que supera las 1.400 especies de plantas, de las cuales, 15 están amenazadas, como el pinsapo, el quejigo de alta montaña y el tabaco gordo. En lo que respecta a la fauna, están presentes casi 200 especies de vertebrados, 14 de ellas incluidas en el Catálogo Andaluz de Especies Amenazadas. La cabra montés, asociada al carácter montañoso de esta sierra, es una de sus especies más emblemáticas.

Otro atractivo de la sierra son los bosques de pinsapos que sobreviven en su interior. Este abeto mediterráneo se halla en las frías y húmedas umbrías; una reliquia botánica que se remonta a la época glaciar de la península. Hoy día sólo se encuentra en esta sierra, en la Sierra de Grazalema y en Los Reales de Sierra Bermeja, siendo la población de Sierra de las Nieves la de mayor tamaño. Algunos de estos árboles rondan los 500 años de edad, como el de la Escalereta, declarado Monumento Natural. Descendiendo en altura destacan las encinas y alcornoques de los montes de Istán y Monda o algunas manchas de algarrobos y castaños en los de Tolox y Parauta. Una forma amena de conocer toda esta diversidad forestal es realizando alguno de los recorridos de ciclomontañismo como el de Monda-Istán.

El Parque Nacional y Natural cobija entre los mamíferos a la cabra montés, fácil de observar en las cotas más altas. Otras especies de interés son el corzo y la nutria, presente en sus ríos. Entre las aves, abundan las grandes rapaces, como el águila real y la perdicera y el búho real. También las propias de los bosques, como el azor y el gavilán.

Este espacio fue habitado por muchas culturas, pero, sin duda, serían los musulmanes los que marcarían en mayor medida el legado histórico de la zona. Ejemplo de ello son los castillos y murallas que existen en Monda, El Burgo, Istán o Tolox. La influencia árabe también está presente en su gastronomía con las gachas de harina con miel, el queso de almendras o la sopa de los siete ramales. Otra visita recomendable en esta zona es a la localidad de Ronda, famosa por su tajo y por albergar la plaza de toros más antigua del país.

Este espacio protegido alberga, además, un rico patrimonio cultural e histórico en el que los primeros vestigios humanos de la prehistoria se solapan con legados fenicios, íberos, romanos, visigodos y, sobre todo, musulmanes. A estos se les debe la extensa red de alquerías, castillos, torres, fortalezas y alcazabas, y también importantes transformaciones agrícolas, definidoras del paisaje con huertas, acequias, albercas, aljibes, norias, molinos harineros y batanes.

DATOS PARQUE NACIONAL


  • Superficie:
    • Superficie total: 22.979,76 ha.
    • Zona periférica de protección: 75.119,86 ha.
    • Área de influencia socioeconómica: 134.140 ha.
  • Provincia: Málaga.
  • Comunidad Autónoma: Andalucía.

La gestión del Parque Nacional de la Sierra de las Nieves corresponde en exclusiva a la Comunidad Autónoma de Andalucía.

  • Reconocimientos internacionales:
    • Reserva de la Biosfera (1995).
    • Carta Europea de Turismo Sostenible (2004)
    • Reserva de la Biosfera Intercontinental del Mediterráneo (2006)
    • Red Natura 2000 (2012)

HISTORIA DEL PARQUE NACIONAL


Desde el descubrimiento científico de la especie más emblemática de la Sierra de las Nieves, el Pinsapo (Abies pinsapo), allá por 1837, de la mano del insigne botánico suizo Edmond Boissier, las inquietudes e iniciativas a favor de la Protección y conservación de estas sierras, sus valores naturales y especialmente sus pinsapares han sido continuas y se remontan al inicio de la conservación de espacios naturales en el continente europeo.

Posteriormente, los ingenieros de montes Antonio Laynez, en 1858, y Máximo Laguna, en 1868, o científicos de la talla de Barbey, Ceballos, Vicioso, Martín Bolaños, Roger Ducamp o Gross, se ocuparon a lo largo de los últimos años del siglo XIX y primeros del XX de publicar y proponer medidas de protección para los pinsapares, los quejigales de montaña y los paisajes y recursos naturales de estas sierras.

La declaración del Parque Nacional ha tenido una larga historia adaptada a las condiciones políticas y socioeconómicas reinantes en cada momento, lo que hizo que se prolongara en el tiempo.

En el año 1914 aparecen las primeras voces que piden la catalogación del pinsapar de la Sierra de las Nieves como espacio protegido, seguidas de la propia referencia a estos pinsapares como futurible Parque Nacional que se hace en la exposición de motivos del texto del Real Decreto publicado el 24 de febrero de 1917, como desarrollo de la pionera promulgación de la primera Ley de Parques Nacionales del mundo en 1916. Pero podríamos decir que la primera petición oficial para la protección legal del pinsapar de la Sierra de las Nieves se produce en 1934 a través del Ayuntamiento de Ronda, como lo acreditan varios documentos de su archivo histórico, donde muestran manifiesto interés en aquel entonces por proteger el pinsapar de la Sierra de las Nieves bajo la figura de Sitio Natural de Interés Nacional.

Tras estas primeras iniciativas, tuvo lugar la guerra civil española, con lo que la propuesta quedó en el olvido ante las muchas necesidades imperiosas que había en la España de la posguerra y que retrasaban cualquier iniciativa semejante a tiempos mejores. Una vez implantada la democracia y constituidas las comunidades autónomas, en el año 1989 se produjo la declaración por parte de la Junta de Andalucía del Parque Natural Sierra de las Nieves (Ley 2/1989, de 18 de julio, por la que se aprueba el inventario de Espacios Naturales Protegidos de Andalucía y se establecen medidas adicionales para su protección). Con esta medida, se inició la protección efectiva de los valores naturales del espacio, al tiempo que también se pusieron en valor mediante su difusión.

La declaración del Parque Natural sirvió además para que, en poco tiempo, tanto por el efecto de participación y conocimiento en el seno de su Junta Rectora como por algunos agentes sociales del territorio, se lograra trasladar y difundir al conjunto de la ciudadanía local lo extraordinario de sus valores ambientales, así como la necesidad de compatibilizar la conservación de los mismos con un acorde y sostenible desarrollo social, económico y de mejora de la calidad de vida de su pobladores humanos. Fruto de esa creciente conciencia local, nacen iniciativas como la declaración como Reserva de la Biosfera de la UNESCO, en 1995, o la renovación de la antigua aspiración de declaración de la Sierra de las Nieves como Parque Nacional.

En esa evolución, en el año 2011 se produjo otro acontecimiento de importancia: en sesión plenaria de fecha 29/12/2011, la Junta Rectora del parque natural, después de muchos años de debate y consideraciones previas, tomó el acuerdo de solicitar a la entonces Consejería de Medio Ambiente la realización de estudios previos sobre la viabilidad real de declarar un parque nacional en el territorio vinculado a Sierra de las Nieves. La Consejería competente en el año 2012 había elaborado un informe-propuesta sobre los valores existentes y las posibilidades de declaración bajo tal figura, concluyendo que la mayor parte del territorio que se proponía cumplía los requisitos necesarios para su declaración bajo la figura de Parque Nacional. Fruto de esta demanda la citada Consejería de la Junta de Andalucía inició los estudios pertinentes que confirmaron la viabilidad del proyecto y sentaron las bases de su actual delimitación geográfica.

Contando con la unanimidad de todos los Ayuntamientos representados y con un resultado de votación de amplia mayoría, la Junta Rectora acordó en 2014 instar a la Junta de Andalucía a que iniciara el procedimiento necesario para la declaración del Parque Nacional.

Este proceso culmina en 2021 con la declaración del Parque Nacional mediante la aprobación de la Ley 9/2021, de 1 de julio, de declaración del Parque Nacional de la Sierra de las Nieves.

Sierra de las Nieves, Reserva de la Biosfera

Sin duda, otro hito muy relevante fue la declaración de la Reserva de la Biosfera Sierra de las Nieves por parte de la UNESCO el 15 de junio de 1995. Esta Reserva de la Biosfera, que se extiende por una superficie de 93.930 hectáreas, acogía el Parque Natural Sierra de las Nieves, con entonces una superficie aproximada de 20.131 hectáreas. La designación de la Reserva de la Biosfera fue promovida por las autoridades locales y los agentes económicos de la zona, abanderados por la Mancomunidad de Municipios Sierra de las Nieves.

Esta declaración sentó las bases del compromiso adquirido por las autoridades y la población de la zona en la consecución de un modelo de vida en el que se promueva un desarrollo social y económico compatible con la protección y conservación de un importante patrimonio natural, cultural y etnográfico. Asimismo, a partir del año 2006, este territorio fue a su vez integrado en la Reserva de la Biosfera Intercontinental del Mediterráneo, que une territorios de Andalucía y Marruecos.

VALORES NATURALES


PATRIMONIO GEOLÓGICO


En relación con los valores geológicos del ámbito territorial que abarca el Parque Nacional, cabe destacar principalmente dos aspectos: la belleza de sus paisajes kársticos y la singularidad del afloramiento de peridotitas.

En cuanto al patrimonio geológico de la Sierra de las Nieves, mayoritariamente aparecen las denominadas sierras blancas, constituidas por rocas sedimentarias de calizas y dolomías, que se solapan con las llamadas sierras pardas, compuestas por rocas ígneas  peridotitas), que se vuelven rojizas por la oxidación del hierro que contienen, y las rocas metamórficas (gneises, pizarras y filitas).

Las rocas calizas o carbonatadas dominan los dos tercios septentrionales del Parque Nacional, alcanzándose las máximas altitudes del espacio protegido en el pico Torrecilla (1.919 metros) y Cerro Alto (1.814 metros). Estas cotas son, asimismo, las más elevadas de Andalucía occidental. El carácter soluble de las rocas calizas ante el agua de las precipitaciones ha generado un peculiar relieve denominado kárstico, en el que abundan los tajos, dolinas, lapiaces, simas y manantiales. A destacar, el mayor sistema de cavidades subterráneas de la mitad sur de la Península Ibérica, en el que se encuentran innumerables simas, entre las que destaca la GESM, que con 1.101 metros de profundidad es la más honda de Andalucía. Este impresionante endokarst está vinculado a la existencia de una gran masa de agua subterránea o acuífero, que en algunas zonas posee hasta 1.500 metros de espesor, y que descarga en los nacimientos de tres importantes ríos de la provincia de Málaga: Grande, Genal y Verde.

En el tercio meridional abundan las rocas ultrabásicas o peridotitas, ocupando una importante porción del afloramiento malagueño de este tipo de materiales. En la Sierra de las Nieves forman relieves abruptos con grandes desniveles, al alcanzarse casi 1.500 m. a muy pocos kilómetros de distancia de la costa. Es de extraordinario interés geológico este macizo de peridotitas, el cual representa una porción del manto litosférico subcontinental, emplazado tectónicamente durante la orogenia alpina sobre un conjunto de rocas metasedimentarias constituyendo uno de los afloramientos de material del manto terrestre de mayor envergadura del planeta, cuyo espesor se ha estimado en unos 4,5 kilómetros.

Desde el punto de vista geomorfológico, la Sierra de las Nieves se caracteriza por la confluencia de las siguientes características:

  • La diversidad y amplitud de sus paisajes kársticos.
  • Constituye uno de los mejores ejemplos del karst mediterráneo en transición con la alta montaña.
  • Presencia de formas nivales a muy pocos kilómetros de la costa.
  • Presencia de viejas topografías kársticas en las cumbres.
  • Existencia de manantiales y surgencias de agua (algunas destacan por sus grandes caudales o las propiedades medicinales de sus aguas).
  • Existencia de un profundo karst mediterráneo subterráneo con una dilatada evolución morfológica (sistemas sima GESM – sima de la Luz, sima del Aire, sima Prestá y sima del Nevero).

DIVERSIDAD BIOLÓGICA


Como consecuencia de su estratégica situación geográfica, climatología, variabilidad geológica, abrupto relieve y gran rango altitudinal, el Parque Nacional de la Sierra de las Nieves posee una amplia variedad de hábitats que permite albergar gran diversidad biológica.

Flora y vegetación

Dentro de las denominadas sierras blancas, incluidas en el sector biogeográfico Rondeño, se incluye a las sierras calcáreas y dolomíticas, que poseen una vegetación muy rica y variada. En las áreas basales, más térmicas y secas, dominan los sabinares y pinares de pino carrasco y se encuentran formaciones de ribera dominadas por saucedas y adelfares. En las zonas de media montaña están presentes encinares, pinsapares, sabinares y pinares mixtos con presencia de pinsapos, mientras que en la meseta más elevada es característico

el bosque caducifolio adehesado de quejigos de montaña, salpicado de ejemplares de arces, mostajos y tejos. Por su parte, en las cumbres se localizan los enebrales-sabinares típicos de la alta montaña mediterránea.

Las sierras pardas, que se encuadran en el sector biogeográfico Bermejense, caracterizado por la naturaleza ultrabásica de sus materiales (serpentinas y peridotitas), pobres en nutrientes y ricos en metales pesados y que resultan tóxicos para muchas plantas, se caracterizan por constituir un importante núcleo de biodiversidad al poseer una flora altamente especializada, con un área de distribución muy reducida. Aquí, son dominantes los pinares de pino resinero, que en zonas elevadas y umbría son sustituidos por pinsapares. Bajo

ellos se desarrolla un sotobosque de madroños, coscojas, enebros de la miera, brezos y herbáceas, algunas de las cuales son exclusivas de este tipo de suelos. En los arroyos, son características las saucedas, adelfares y juncales, y también encuentran refugio especies muy singulares, como Galium viridiflorum o Erica terminalis.

Por otra parte, el sector biogeográfico Aljíbico, definido por sus suelos ácidos y elevadas precipitaciones, se encuentra ubicado al sur y suroeste del Parque Nacional. Dentro de este sector predominan los sustratos de naturaleza esquistosa (filitas y gneises paleozoicos), y la formación vegetal que aparece mejor representada es el alcornocal, que se enriquece con pies dispersos de pinsapos en enclaves especialmente húmedos. En los cursos de agua son frecuentes las saucedas y adelfares, dando lugar a paisajes de singular belleza.

Riqueza florística

En cuanto a su riqueza florística, el Parque Nacional cuenta con al menos 1.413 taxones de plantas vasculares, lo que supone un 13,5 % de la flora vascular española, y 257 especies de briófitos identificadas hasta el momento, lo que hace que el conjunto de Sierra de las Nieves sea uno de los puntos de mayor diversidad florística del país.

También debemos mencionar la presencia de 15 especies incluidas en el Catálogo Andaluz de Especies Amenazadas, entre las que destacan el pinsapo (Abies pinsapo), el tabaco gordo (Atropa baetica), catalogadas «En Peligro», y Galium tunetatum, considerada Extinta, aunque posteriormente ha vuelto a ser localizada en el Parque Nacional, así como otras 12 especies catalogadas como «Vulnerables», entre las que se encuentra el quejigo de alta montaña (Quercus alpestris). En el Listado de Especies Silvestres en Régimen de Protección Especial se incluyen además otras 17 especies, tejo (Taxus baccata), cerezo de Santa Lucía (Prunus mahaleb), mostajo (Sorbus aria), ciruelo silvestre (Prunus insititia), sauce sarga (Salix eleagnos), narciso (Narcisus bugei), etc.

En cuanto a endemicidad, existe un buen número de especies y subespecies que son exclusivas del sector rondeño, la cordillera Bética o la península Ibérica y el norte de África.

Fauna

La Sierra de las Nieves posee una elevada diversidad faunística, con casi 200 especies de vertebrados registradas, entre las que destacan las aves como grupo mejor representado, con unas 120 especies. Entre ellas se pueden citar el águila real (Aquila chrysaetos), águila perdicera (Aquila fasciata), halcón peregrino (Falco peregrinus), búho real (Bubo bubo), chova piquirroja (Pyrrhocorax pyrrhocorax), roquero solitario (Monticola solitarius), roquero rojo (Monticola saxatilis), colirrojo real (Phoenicurus phoenicurus), avión roquero  (Ptyonoprogne rupestris), vencejo real (Apus melba), escribano montesino (Emberiza cia) o collalba negra (Oenanthe leucura), entre otras muchas. El colirrojo real cuenta en los pinsapares maduros de la Sierra de las Nieves con uno de los más importantes núcleos reproductores para la especie en el sur de la Península Ibérica.

Los mamíferos también poseen una importante representación, mereciendo especial mención la cabra montés (Capra pyrenaica hispanica), asociada al carácter montañoso de estas sierras. Asimismo, es destacable la presencia del corzo andaluz (Capreolus capreolus), vinculado a los bosques de quercíneas, y carnívoros como el meloncillo (Herpestes ichneumon), tejón (Meles meles), garduña (Martes foina), gineta (Genetta genetta) y nutria (Lutra lutra). Por su diversidad y grado de amenaza, tienen gran importancia los quirópteros,

con especies cavernícolas como el murciélago grande de herradura (Rinolophus ferrumequinum), murciélago ratonero grande (Myotis myotis), murciélago ratonero mediano (Myotis blythii), y especies forestales como el nóctulo grande (Nyctalus lasiopterus) y el nóctulo pequeño (Nyctalus leisleri). Entre los roedores destaca la presencia del lirón careto (Elyomis quercinus) y el topillo mediterráneo (Microtus duodecimcostatus).

Respecto a los reptiles se encuentra el galápago leproso (Mauremys leprosa) o la lagartija andaluza (Podarcis vaucheri), así como los eslizones tridáctilo (Chalcides striatus) e ibérico (C. bedriagai) y la víbora hocicuda (Vipera latastei).

Entre los anfibios destaca la subespecie de salamandra común, Salamandra salamandra longirostris, sólo presente en las sierras de Cádiz y Málaga, el sapillo pintojo ibérico (Discoglossus galganoi), el sapillo moteado ibérico (Pelodytes ibericus) y el sapo común (Bufo spinosus).

En cuanto a la fauna piscícola, cabe citar la presencia del cacho de Málaga (Squalius malacitanus), endemismo de las provincias de Málaga y Cádiz, y del pez fraile o blenio de río (Salaria fluviatilis), especie amenazada que encuentra en la Sierra de las Nieves sus últimos reductos en Andalucía.

En el grupo de invertebrados, la especie más significativa es el cangrejo de río autóctono (Austropotamobius pallipes), aunque también es destacable la presencia de libélulas amenazadas como Macromia splendens, Oxygastra curtisii y Gomphus graslinii.

Entre los caracoles terrestres es de destacar la presencia de especies rupícolas como Chondrina calpica, Pyramidula rupestris o Iberus gualtieranus.

Respecto al grado de amenaza, existen 14 especies incluidas en el Catálogo Andaluz de Especies Amenazadas, de las que 2 se consideran “En Peligro”, como el cangrejo de río autóctono y la libélula Macromia splendens, y 12 “Vulnerables”, estando presentes entre ellas especies tan representativas como el águila perdicera, colirrojo real y al menos 7 especies de murciélagos.

BOSQUES DE PINSAPO


Los pinsapares constituyen una de las formaciones vegetales más singulares de la Península Ibérica debido a la importancia ecológica de su especie dominante (Abies pinsapo) y a su escasa extensión, estando su distribución restringida a las provincias de Málaga y Cádiz, en la Sierra de las Nieves, Sierra Bermeja y Sierra de Grazalema. En el Parque Nacional se encuentra el 72,5% de las masas de pinsapar que sobreviven hoy día.

Es la única manifestación de abetal que se desarrolla en un ámbito estrictamente mediterráneo dentro de la Península. Su distribución es consecuencia de su aislamiento biogeográfico en zonas en las que las características ecológicas son muy parecidas a las que pudieron existir en épocas pasadas. Esto ha provocado un aislamiento genético y, en consecuencia, una evolución independiente de la de otros abetos circunmediterráneos.

Se trata de una formación forestal de carácter relicto, constituida por un dosel arbóreo denso, frecuentemente monoespecífico y dominado por Abies pinsapo, y que asemeja la fisonomía de un bosque boreal de coníferas inmerso en una región de clima mediterráneo.

Ocupa localidades caracterizadas por un ombroclima húmedo e hiperhúmedo, con una estación seca y cálida que salvan refugiándose en orientaciones de umbría situadas entre los 1.000 y 1.800 metros de altitud, donde las temperaturas no son tan extremas y el efecto del estiaje se amortigua.

En la Sierra de las Nieves es especialmente destacable la presencia de masas de pinsapos sobre peridotitas, en enclaves donde las condiciones ecológicas que confluyen son especialmente particulares. Estos pinsapares ocupan zonas muy húmedas y umbrías sobre un sustrato edáfico rico en metales pesados, que resulta tóxico para gran parte de las especies vegetales, condicionando por tanto la composición florística y las comunidades vegetales que lo acompañan, que adquieren un alto grado de endemicidad y exclusividad.

QUEJIGAL DE ALTA MONTAÑA


Quercus alpestris presenta un importante valor botánico y ecológico, pues constituye las formaciones de quejigos desarrolladas a mayor altitud de la Península Ibérica, en cotas comprendidas entre los 1.600 y 1.800 metros (piso supramediterráneo) con ombroclima húmedo a hiperhúmedo. Además, también es original por desarrollarse sobre sustrato básico y en suelos poco profundos.

Se trata de una formación única, adehesada, dominada por ejemplares de quejigo muy viejos, de más de 300 años, en muchos casos con troncos ahuecados y con un porte característico modelado por el efecto de la nieve. Esta envejecida arboleda está acompañada de pies salpicados de pinsapos, arces, tejos y mostajos, y una orla espinosa de agracejos y majuelos.

FLORA Y FAUNA


VALORES CULTURALES


La Sierra de las Nieves es un territorio lleno de historia y cultura, resultado de una situación privilegiada entre el mar Mediterráneo y la depresión Bética, en las cercanías del continente africano, lo que sin duda ha marcado tanto sus características físicas como sus peculiaridades etnográficas y culturales. A lo largo de los siglos, la actividad humana ha ido modelando el territorio en consonancia con las necesidades de las diferentes culturas que han pasado por él, desde la prehistoria a la manteniendo una intensa relación con la naturaleza, lo que ha generado un rico patrimonio histórico.

Patrimonio histórico y monumental

Los primeros vestigios humanos de los que hoy se tiene constancia en la Sierra de las Nieves corresponden a restos de herramientas líticas del Paleolítico Superior con cronologías que abarcan entre los 200.000 a 300.000 años encontrados en el paraje de El Juanar, en Ojén. No obstante, los testimonios más numerosos de la Prehistoria datan del Neolítico, donde, en estas grandes sierras calizas, encontramos multitud de cuevas y abrigos que atesoran un importante legado arqueológico y pictórico rupestre, como las cuevas de la Tinaja, en Tolox; la de las Vacas y la sima de las Tinajas, en la pedanía de Jorox, en Alozaina; la cueva del puerto del Viento, entre Ronda y El Burgo, así como numerosos talleres líticos como el de Ardite, entre Alozaina y Guaro, o los varios de El Burgo. También destacan de esta época restos de algunos asentamientos y numerosos dólmenes, como el de la Laja en El Burgo, el de la Giganta en Ronda, o los ricos en restos de Los Almendrillos y el Tesorillo de las Llanás, en Alozaina, en los que ídolos, adornos, hojas de sílex y hachas pulimentadas, ya dejan notar una temprana dedicación a la agricultura de las poblaciones locales.

La llegada de los pueblos colonizadores orientales (fenicios, griegos, púnicos) a las costas mediterráneas provocan unos importantes cambios socioeconómicos y culturales en las poblaciones locales, los pueblos íberos, de cuya presencia existe importantes vestigios relacionados con determinados asentamientos, espacios fortificados, santuarios, necrópolis, principalmente en el entorno de Ronda, donde sobresalen la Silla del Moro y las fases tempranas de la ciudad de Acinipo y de la de Arunda. En la zona este aparecen vestigios iberos en Monda, Guaro, Alozaina, Casarabonela entorno a un potente oppidum ibérico, el del cerro del Aljibe, a los pies de río Grande.

La Sierra de las Nieves no escapó a los efectos del expansionismo romano, que integró en su extenso imperio socioeconómico y cultural, un enorme territorio. De una extraordinaria importancia en la zona aparecen restos de varias calzadas, como la de Monda, y aprovecharon las tierras llanas, fértiles y próximas a cauces fluviales para instalar numerosas explotaciones agrícolas, las villae (que aparecen en alto número en Ronda, Serrato, Casarabonela, Guaro, Alozaina…), que sometieron a una importante transformación a los paisajes con la intensificación de la explotación de los cultivos de cereal, vid y olivo para exportación. Los romanos debieron aprovechar también los recursos silvícolas y pastoriles de los espacios serranos, pero su huella en estos ámbitos o es menos visible o ha pasado más desapercibida. Esa transformación también afectó a los residentes, que con el tiempo debieron adoptar el latín y la cultura romana hasta tal punto que en el territorio que ocupa la Sierra de las Nieves y sus inmediaciones, se fundaron varias ciudades romanas que evolucionaron de núcleos protourbanos previos. El caso más singular es el de la espectacular ciudad romana de Acinipo, que conserva uno de los teatros romanos mejor conservados del mundo y que llegó a contar con una ceca para acuñar moneda.

La crisis del imperio romano desatada entre los siglos III y IV dio paso a un período de inestabilidad y vacío de poder aprovechado por los llamados pueblos bárbaros (visigodos, suevos, vándalos y alanos), que conllevó unos dramáticos cambios en todo el orbe romano y, por supuesto, en la Sierra de las Nieves. Muchas ciudades perdieron población a favor de las zonas rurales (Acinipo se abandona en estos momentos y cobra mayor importancia Arunda, origen de la actual Ronda) donde las villae se engrandecen en un contexto económico mucho más ruralizado, se dotan de bellos mosaicos, termas -como la de Morosanto (Ronda) o la del Polvillar (Guaro)- y cuyos propietarios, grandes y acaudalados terratenientes, empiezan a detentar un creciente control y poder sobre la población campesina local, unas gentes cada vez más dependientes de estos señores/potentiores. Muchos campesinos, para huir de esa dependencia, de ese temprano proceso de servidumbre y de una espantosa presión fiscal, huyen a los espacios serranos, a lugares poco accesibles, donde fundan pequeños asentamientos con algunos sencillos elementos defensivos, lugares en los que desarrollan una agricultura y ganadería de subsistencia.

La llegada de los musulmanes supuso un importante cambio. A nivel social se produjo la convivencia de mozárabes (cristianos bajo dominio musulmán), muladíes (neomusulmanes), beréberes y árabes. De estos primero siglos medievales y asociados a la revuelta del famoso caudillo muladí Omar Ibn Hafsún, existe cientos de pequeños asentamientos y fortalezas, también algunas iglesias rupestres destacando la de Alozaina y Ronda. La derrota de los hafsuníes y de los muladíes de todo al-Andalus y la imposición del Estado andalusí de manos de los Omeyas, que establecieron su fabulosa capital en Córdoba, supuso un importante cambio en el patrón de asentamiento en la Sierra de las Nieves, pues muchas pequeñas poblaciones se abandonaron y sus gentes fueron trasladadas a otras áreas más fácilmente controlables por el poder cordobés. 

A los musulmanes no sólo se les debe la extensa red de alquerías, castillos (Istán, Monda, Tolox, Yunquera, El Burgo, Casarabonela), torres (Guaro, Benahavís…), fortalezas -germen mismo de la mayoría de los pueblos- y alcazabas, sino también importantes transformaciones agrícolas de extraordinaria riqueza siendo la agricultura irrigada uno de los mayores legados: al secano se une un paisaje nuevo, el de las huertas, avenadas por infinitas acequias y llenas de un extenso y extraordinario patrimonio ligado al agua: albercas, aljibes, norias, molinos harineros, batanes… que podemos contemplar en Istán, Ojén, Monda, Guaro, Tolox, Alozaina-Jorox, Casarabonela o Yunquera

Tras la conquista cristiana, culminada en 1492, las mezquitas se arrasaron, quedando en pie en el mejor de los casos el alminar ahora transustanciado en campanario -son los casos del alminar de Santisteban, en Ronda, o de los campanarios de las iglesias de Ojén, El Burgo e Igualeja- y se construyeron en su lugar iglesias y ermitas. El paisaje y el paisanaje, cambian nuevamente y con ello los nombres de lugar: se abandona paulatinamente la toponimia andalusí por otra cristiana que en algunos casos conserva algunos topónimos precedentes, hoy día de gran valor documental.

Los cristianos trataron de asimilar malamente a la población musulmana, ahora bajo el estatuto de moriscos o cristianos nuevos, desatándose varias revueltas y levantamientos que acabaron con la expulsión de los moriscos y la repoblación con gentes cristianas procedentes mayormente de la Baja Andalucía y de Extremadura. Con la expulsión de los moriscos se puede dar por finiquitado el período andalusí en la Sierra de las Nieves.

De épocas más recientes destaca la belleza de los pueblos encaramados en las laderas de las montañas, o sobre prominentes montículos, a modo de compacto grupo de casas blancas en los que siempre son de reseñar como construcciones singulares las iglesias, algunas casas señoriales o infraestructuras hidráulicas como fuentes y lavaderos públicos. Sin embargo, lo más destacable de la zona desde el punto de vista monumental es, sin duda, la ciudad de Ronda, cuna de la tauromaquia, y en el que su Puente sobre el Tajo o la plaza de toros, son mundialmente conocidas.

Patrimonio etnográfico

La relación del Ser Humano con el medio natural en la Sierra de las Nieves a lo largo de miles de años no sólo nos ha legado un extenso y extraordinario patrimonio arqueológico y constructivo monumental, de esa relación también han surgido otros patrimonios más relacionados con las actividades económicas tradicionales. Y es que esta enorme diversidad de suelos, de nichos ecológicos, de climas han puesto a disposición del ser humano una ingente cantidad de recursos que ha venido explotando desde algunas fases tempranas de la prehistoria.

El campesino ha tenido primordialmente en los cultivos de secano la base de su economía donde el cereal siempre ocupó un espacio menor, más destinado al autoconsumo que otros cultivos, como el de la vid, que campó en estas tierras durante casi mil años y que abasteció de pasas a media Europa. Con la crisis del siglo XIX vino a ser sustituida por dos viejos conocidos del secano, el olivo y el almendro, que ocuparon los ancestrales bancales que habían habitado generaciones y generaciones de vides, configurando nuevas dinámicas económicas y unos paisajes agrícolas completamente diferentes.

De la explotación de los productos de secano, además del invaluable legado inmaterial que reside en los conocimientos técnicos de agricultores y jornaleros ya muy mayores, se conserva determinados espacios como las eras para trillar el cereal; los antiguos molinos de aceite, junto con el saber de los viejos molineros, donde se exprimía (y se exprime) ese oro líquido que cada año brotaba (y brota) de los olivos dando un sentido y una personalidad a la gastronomía comarcal; los paisajes de bancales de piedra que ascienden por los piedemontes serranos, donde residen olivos y almendros; las pequeñas casillas y chozas donde se refugiaban los campesinos, los derruidos lagares y escasos paseros,…

Aunque los cultivos de secano dominan el medio agrícola en la Sierra de las Nieves, no podemos ni debemos obviar el profundo legado andalusí que reside en los regadíos, en los espacios de huerta. Los musulmanes eran unos auténticos maestros del agua que la canalizaron y aprovecharon para diseñar productivas huertas allí donde brotaba un manantial o discurría un cauce fluvial. A través de acequias, partidores, albercas brotan árboles frutales, verduras y hortalizas.

El legado cultural inmaterial y material de las huertas es trascendental; al antiguo oficio de agricultor y los conocimientos inherentes al cultivo de productos de la huerta, hemos de añadirle el de alcalde del agua, el responsable de administrar las aguas entre los regantes y evitar conflictos entre ellos, oficio que hunde sus raíces en el mundo andalusí; el de molinero de harina era otro oficio capital asociado a las huertas, pues además de la red de acequias, albercas, partidores, había molinos harineros (más de medio centenar en toda la Sierra de las Nieves) que aprovechaban la fuerza del agua para su funcionamiento. No eran los únicos ingenios hidráulicos asociados a los regadíos, pues también se ha documentado algunos batanes donde se elaboraban paños. El paisaje de huertas, las redes de acequias y albercas, azudes y presas, aljibes, pozos, norias forman una mínima parte de la herencia de la cultura del agua.

Asociado al agua en los pueblos nos encontramos con un sinfín de fuentes y abrevaderos, muchos de origen andalusí, así como antiguos lavaderos, espacios para el duro trabajo femenino de lavar la ropa.

Un oficio quizás poco conocido, pero de gran implantación, fue el de tejero, el trabajador que debía transformar el barro primordial en tejas y ladrillos para la construcción. Es un oficio también muy antiguo y exigía no sólo unos conocimientos técnicos muy específicos, sino también contar con unas instalaciones, los hornos, apropiadas y con materia prima suficiente. En algunos de los pueblos se han conservado los tejares, mal que bien, en otros ya sólo queda el recuerdo plasmado en alguna vieja foto o su huella toponímica. Tejeros ya no queda ninguno.

Otro de los aprovechamientos más extendidos fue el de la roca caliza para su transformación en cal, que se empleaba inicialmente en la construcción, como aglutinante y que con el tiempo y debido a su poder bactericida, empezó a aplicarse a las superficies. En casi todos los pueblos aparecen grandes estructuras cilíndricas semiexcavadas en el suelo y recubiertas de piedra. Son los hornos de cal que los caleros rellenaban sabia y pacientemente con rocas calizas que luego cocían durante varios días y noches. Cuando el horno se apagaba y enfriaba, se extraía la cal y se vendía en el pueblo o en otras poblaciones.

No ha sido el de calero el único aprovechamiento de los recursos geológicos, pues la diversidad del sustrato geológico dio lugar en el pasado a la aparición de numerosas explotaciones mineras de la que se extraía numerosos minerales metálicos (plomo, zinc, hierro), la mayoría de una carácter menor, a excepción de las de San Eulogio (entre Yunquera y El Burgo), que llegó a abastecer a la Real Fábrica de Hojalata de San Miguel (Júzcar) en el siglo XVIII y la de El Peñoncillo, en Ojén, de hierro, explotada desde el siglo XIX por empresas españolas que instalaron unos altos hornos en Marbella, al pie del panocho río Verde, e inglesas y que cerró finalmente en la segunda mitad del siglo XX.

Pero el oficio con más renombre, quizás, es el de nevero. Y no es para menos. Se trata de un oficio perdido que podemos certificar su nacimiento, 1565 y su muerte, mediados del siglo XX. En las cumbres más altas de la Sierra de las Nieves y a partir de mediados del siglo XVI se desarrolló este oficio cuyo cometido era el de transformar la nieve en hielo almacenándolo en pozos de nieve o ventisqueros, cuyas ruinas hoy día aún son apreciables, además de en cuevas y en simas. El hielo era transportado en bestias a diversos y distantes puntos como Málaga, Sevilla, Cádiz, Jerez de la Frontera, Tarifa, Gibraltar, incluso llegaba a la ciudad de Ceuta. El patrimonio nevero de la Sierra de las Nieves es verdaderamente increíble, irrepetible, único. La explotación de las nieves fue la que hizo que el nombre de Sierra de las Nieves se acabara extendiendo e imponiendo.

Gastronomía

La gastronomía es reflejo de la mezcla árabe y cristiana forjada en la zona y de los productos que ofrecen los aprovechamientos agropecuarios locales. Se basa en la riqueza y variedad de los cultivos y en la gran cantidad de frutos y otros productos: carnes, hortalizas y frutas de temporada, aceitunas, almendras, cereales, espárragos, setas, tagarninas y plantas aromáticas. Con la combinación de estos alimentos se elaboran platos sencillos característicos de la gastronomía local y diferenciados según la población de procedencia, entre los que se pueden citar: los guisos de chivo (en caldereta o al ajillo), berzas y potajes, una gran variedad de sopas (mondeña, tolita, de los siete ramales, panocha, de caldo “poncima”, hervías”…), malcocinado, migas, olla, guiso de chícharos, de cagarrias, aceitunas aliñadas, roscos tontos, roscos de vino y almendras, tostón de castañas, etc.

Mención especial merecen las aceitunas aliñadas, de una variedad especial, la aloreña de Málaga, están consideradas las de mayor calidad del mercado como aceitunas de mesa, siendo la primera de estas características en contar con Denominación de Origen Protegida.

Asimismo, la particular combinación de características edáficas (suelos) y climáticas hacen de este territorio una zona vitivinícola singular. Existen numerosos registros históricos que dan prueba de ello desde el siglo I a.C. Hasta la plaga de la filoxera a finales del siglo XIX, existían numerosas y pequeñas explotaciones por toda la serranía. De los excedentes de la producción vinícola se desarrolló la destilación de licores de mayor graduación, en los que destacó sobremanera el famoso Aguardiente de Ojén.

Fiestas, tradiciones y folklore

El folklore, las fiestas y celebraciones populares, las romerías inundan el ciclo festivo de este montañoso territorio a lo largo de año ya que la Sierra de las Nieves atesora un importante patrimonio festivo.

El ciclo festivo de la Sierra de las Nieves es de una riqueza extraordinaria. Al comienzo del año, en el mes de febrero tiene lugar el Carnaval, al que se le atribuye un origen pagano y que tiene en el Día de los Polvos de Tolox y los Harineos de Alozaina dos de los momentos más importantes en los que, según la tradición, el varón buscaba a la mujer que le gustaba y la empolvaba o harinaba para hacérselo saber. Son días donde antaño se bailaba a corro y se cantaban coplas carnavalescas que, en algunos pueblos, están tratando de recuperar. El Carnaval finalizaba con el entierro de la sardina dando comienzo a un tiempo nuevo, la Cuaresma -período litúrgico en el calendario cristiano destinado a la preparación de la Pascua-, tras la cual llega la esperada Semana Santa.

La Semana de Pasión o Semana Santa que hunde sus raíces en los siglos medievales, se vive con hondo fervor y multitudinaria participación en cada una de nuestras poblaciones; no en vano es una de las señas más importantes de nuestra identidad cultural. En Ronda, que tiene la distinción de Fiesta de Interés Turístico, tiene un especial arraigo pues comenzó a celebrarse en una fecha muy temprana, a primeros del sigo XVI, tras la conquista castellana. En algunos lugares se realiza una interpretación en vivo de la vida y Pasión de Jesús -reminiscencia del ancestral teatro popular religioso- destacando especialmente El Paso de Istán. Otros ejemplos los tenemos en Casarabonela y Alozaina. En cada uno de ellos la celebración siempre tiene un momento cumbre, un momento especial. En tal sentido podemos destacar a Monda durante la procesión de la noche del Jueves Santo, en la que las imágenes de Cristo Crucificado y la Virgen de los Dolores son llevadas por las calles bajo un sepulcral mutismo sólo roto por el parsimonioso compás de las horquillas y alguna que otra desgarradora saeta, alumbrándose el camino por velas y cirios hasta el monumento del Calvario, a las afueras. Allí, en un mágico y espeso silencio alumbrado por centenares de temblorosas y devotas velas, se encuentran ambas figuras frente a frente, se balancean y se aproximan como si María quisiera besar a Jesús -relicto de la teatralización medieval- dejando de ser tallas de madera para convertirse en una Madre de carne que despide a su Hijo y llora por su muerte bajo un poético manto de luz argentada, lechosa y maternal, que irradia una apoteósica Luna llena.

Tras la Semana Santa se abre una nueva etapa festiva que tiene como marco los meses de mayo y junio. Son el tiempo de algunas romerías como las de Jorox y Guaro, de las noches de San Juan y de las fiestas de Corpus Christi, entre las cuales destacan dos municipios, el de Yunquera donde las calles por las que pasa la procesión se estampan de ramas de palmeras, flores de vivos colores, mastranto y otras plantas aromáticas que crean un variopinto ambiente de colores y olores. El otro pueblo es Alozaina, igualmente ataviado donde tradicionalmente se crujen los zurriagos, suerte de cuerda trenzada con juncia -un junco flexible- y que pretenden espantar los malos espíritus. Todo un espectáculo sonoro, oloroso y visual.

Julio y agosto son el tiempo de ciertas fiestas patronales, como la de San Roque de Tolox con su famosa Cohetá, que emula el recibimiento que se hacía a los jornaleros que volvían de la campiña. Y romerías como la de la Virgen del Carmen de Yunquera, la de la Virgen de las Nieves en El Burgo o la de la Virgen del Rosario de Parauta.

Sigue el ciclo con las ferias en septiembre y octubre, destacando las de Alozaina -cuyo origen se encuentra en una feria de ganado- y Ojén. El primero de noviembre se celebra el Día de todos los Santos, en el que los vecinos de Istán y Ojén salen al campo y celebran una tostoná o tostón con las castañas recién recogidas. 

Las fechas navideñas son también el marco de numerosas expresiones festivas como los zambombeos de Istán, las animadas pastorales de Monda, las Mayordomas de Guaro, el Día de las Mozas de Tolox o los flamígeros Rondeles de Casarabonela.

Junto a estas fiestas tradicionales van apareciendo con el tiempo otras como las de carácter marcadamente gastronómico como el Día de la Sopa Mondeña (Monda), la Sopa de los Siete Ramales (El Burgo), la Feria del Vino y la Castaña (Yunquera) o el Día de la Naranja (Istán). A ellas se suman algunos festivales de música como el Ojeando (Ojén) o culturales, como la Luna Mora de Guaro.

La tradición oral de la zona de influencia del Parque Nacional Sierra de las Nieves es importante y se encuentra compuesta por cuentos y leyendas populares, romances, coplas, canciones. Muchas de las leyendas e historias surgen del mundo morisco y tienen como tema central la lucha o el enfrentamiento entre moriscos y cristianos en la tesitura de la revuelta morisca de 1568 (las Mozas o la Cencerrá de Tolox, por ejemplo; María Sagredo, en Alozaina), acontecimientos que habiendo surgido de una realidad histórica han trascendido al mundo de las leyendas e historias populares. Leyendas de tesoros ocultos, como la del tajo de Pompeyo o la fuente de la Villa (en Monda), o de brujas, como la de la Caína. No podían faltar las de amor, como la de la Buena Villeta, en Monda; la de Castaño Santo, relacionada con la conquista castellana y el comienzo de la cristianización de estas tierras… 

Pero si hay una figura recurrente en el universo folclórico serrano esa es la del bandolero. Al bandolero lo idealizaron y lo hicieron famoso los innumerables viajeros románticos que en el siglo XIX recalaron por estas sierras escribiendo numerosos diarios y libros de viajes donde este personaje siempre ha encontrado un espacio especial. Pero despojado de su imagen idealizada y romántica, nos encontramos con bandidos, ladrones, proscritos y gente bastante cruel que se buscaba la vida al margen de la ley.

Las leyendas populares, los cuentos, las viejas historias de estos pueblos están todavía por recopilar y salvaguardar. Estamos ante un patrimonio cultural extremadamente delicado porque en muchos casos las nuevas generaciones desconocen esas tradiciones. Con la pérdida de la gente mayor, que es la que las conoce, ese patrimonio oral va desapareciendo.

Artesanía

En la Sierra de las Nieves antaño se desarrollaban innumerables producciones artesanas, vinculadas a la necesidad de autosuficiencia de una población asentada en localidades de ámbito serrano. Ello dio origen a una cultura relacionada con caminos y arrieros, que ha hecho perdurar hasta hoy día artesanías como la talabartería, basada en productos tales como paja, lienzo y cuero.

En municipios como Igualeja, Istán, Parauta o Casarabonela perdura una especial artesanía del esparto y el palmito, en la que se usan técnicas parecidas a las textiles. Este tipo de artesanía se relaciona con la fabricación de multitud de enseres para la vida diara, como espuertas, canastos y capachas, y para útiles en las labores de extracción de aceite y la fabricación de quesos o vinos.

Otros productos artesanos se relacionan con el trabajo de la madera (en El Burgo y Ronda) y la forja (Alozaina, El Burgo, Guaro, Ronda y Yunquera). Además, destaca la presencia de talleres de cerámica, de gran interés en localidades como Alozaina, El Burgo y Ronda.

En cuanto a productos de consumo, la tradición quesera a partir de leche de cabra, que se da en la mayoría de los pueblos del entorno de Sierra de las Nieves, constituye otra referencia del acervo cultural agropecuario de este territorio, dando origen a quesos de distinta aduración y excelente calidad.

PARQUE NACIONAL Y NATURAL DE SIERRA NEVADA

El Espacio Natural Sierra Nevada, integrado por el Parque Nacional y Parque Natural del mismo nombre, impresiona por ser un extenso macizo montañoso con un relieve compacto y por tener la cima más alta de la Península Ibérica, el Mulhacén con 3.479 metros. Integrado en la cordillera Penibética se extiende desde el sudeste de Granada hasta el extremo occidental de Almería. Debido a su gran variedad paisajística y a poseer unos valores naturales exclusivos ha obtenido diversas figuras de protección. Además de ser parque natural y parque nacional, está reconocido internacionalmente como Reserva de la Biosfera.

La climatología y la diferencia de altitudes han posibilitado que en su interior crezca un gran número de plantas, especialmente adaptadas a las difíciles condiciones. En la alta montaña, como en el Veleta o en el Tajo de los Machos, al refugio de roquedos y entre las grietas naturales de la roca, se puede disfrutar de la identificación de especies exclusivas como la violeta de Sierra Nevada o la estrella de las nieves. A esta altitud también se localizan hermosos valles de origen glaciar como el de Siete Lagunas. A media altitud dominan el paisaje los bosques de hoja caduca compuesto por robles melojos, arces, cerezos silvestres y castaños. Estos bosques cambian la fisonomía del paisaje a lo largo de las estaciones; durante el otoño comienzan a perder las hojas y son los colores ocres los que predominan; sin embargo, con la llegada de la primavera y el resurgir de los nuevos brotes, se instalan los verdes intensos. Ya en los pisos más bajos se encuentran encinares como los Montenegro y, por último, el bosque de ribera que acompaña el cauce de los ríos.

Esta variedad vegetal y climática determina una gran riqueza fáunica. En la alta montaña se contempla el vuelo del acentor alpino, los roqueros solitarios o las chovas piquirrojas. Permaneciendo en silencio, entre las sombras del bosque de ribera, es posible que aparezcan el mirlo acuático, la oropéndola o el llamativo martín pescador. La majestuosa águila real, en cualquier momento, también puede surcar estos cielos.

Al abrigo de la masa boscosa y del espeso matorral vive una amplia comunidad de mamíferos como el jabalí, el zorro, el tejón o la jineta. De entre todos ellos, sin duda, es la cabra montés, muy extendida por estas cordilleras, la que se puede contemplar desde el Valle del río Dílar o del barranco del Poqueira ascendiendo por las laderas y en lo alto de los roquedos. La comunidad de invertebrados también es representativa; existen muchas especies que son exclusivas de este entorno, entre ellas, más de veinte especies de mariposas y más de treinta de escarabajos.

Tartessos, fenicios, griegos, cartagineses y romanos poblaron estos entornos, pero sin duda, fueron los árabes los que dejaron un importante legado, que aún perdura en la arquitectura y los sistemas de regadío, como las acequias. Respecto a la arquitectura, son llamativos los pueblos de la Alpujarra, caracterizados por sus casas blancas situadas en las laderas de las montañas, ventanas de pequeño tamaño, tejados planos, esbeltas chimeneas y porches denominados tinaos que cubren de lado a lado la calzada.

Muy importante es la industria turística que se ha desarrollado en torno a esta zona. Los aficionados al esquí, el montañismo, la pesca o el senderismo encuentran aquí un adecuado lugar de ocio donde disfrutar en vacaciones.

DATOS PARQUE NACIONAL


  • Superficie:
    • Superficie total: 85.883 ha.
    • Zona periférica de protección: 86.355 ha.
    • Área de influencia socioeconómica: 266.690,91 ha.
  • Provincia: Granada y Almería.
  • Comunidad Autónoma: Andalucía.
  • Coordenadas localización (Latitud, Longitud):
    • 37° 12′ 40» N, 3° 32′ 51» O
    • 36° 56′ 26» N, 2° 39′ 50» O

Desde el 1 de julio de 2006, la gestión del Parque Nacional de Sierra Nevada corresponde en exclusiva a la Comunidad Autónoma de Andalucía

REAL DECRETO 712/2006, de 9 de junio, de 9 de junio, por el que se amplían las funciones y servicios de la Administración del Estado traspasados a la Comunidad Autónoma de Andalucía, en materia de Conservación de la Naturaleza (Parques Nacionales de Doñana y Sierra Nevada).

  • Reconocimientos internacionales:
    • Red Natura 2000
    • Reserva de la Biosfera (1986)
    • Carta Europea de Turismo Sostenible (2004)
    • Lista Verde de Áreas Protegidas UICN (2014)
    • Reserva Natural Fluvial

HISTORIA DEL PARQUE NACIONAL


Sierra Nevada, un espacio de alto valor ecológico y cultural

La «Sierra del Sol», como la denominaban en la Edad Media, alberga un rico patrimonio cultural e histórico en el que se solapan y enriquecen legados tartesos, romanos y visigodos, singularmente en la vertiente alpujarreña. Lo más significativo del período musulmán son las sofisticadas técnicas de regadío, cuyas acequias y regatos surcan las laderas recogiendo agua del deshielo y la escorrentía para ser aprovechada en usos y actividades tradicionales. Sierra Nevada es en sí un elemento de identidad cultural para las gentes de estas tierras, cuyo interés viene a ser refrendado ahora por el legislador al declarar su conservación de interés general para la Nación.

Sierra Nevada: Reserva de la Biosfera

En el ámbito internacional, la red mundial de Reservas de la Biosfera hace referencia a zonas ecológicas representativas de las distintas regiones biogeográficas que constituyen espacios de gran diversidad biológica, con características naturales de gran interés científico o que representan ejemplo de paisajes en los que la interacción hombre-naturaleza es modélica. Son espacios de alto interés para su conservación, que se configurarán como áreas piloto para el ensayo de fórmulas de gestión dirigidas a la conservación y desarrollo sostenible de los recursos, y cuyos resultados sean extrapolables a otras regiones más extensas. Por todo ello, el programa MaB (Man and the Biosphere) de la UNESCO se constituye en un nuevo ámbito de investigación en las relaciones entre los sistemas ecológicos y el hombre.

El concepto de «Reservas de la Biosfera» se concibió a mediados de la década de los 70, aunque no se plasmó como conjunto de orientaciones concretas hasta el Congreso Internacional de Reservas de la Biosfera, celebrado en la ciudad de Minsk (Bielorrusia) en 1983. De esta reunión emanó un Plan de Acción que contenía directrices, recomendaciones y una serie de medidas a poner en práctica en estos espacios.

Posteriormente, en la Cumbre de Río se planteó la necesidad de revisar y actualizar nuevos documentos de trabajo para la Red Internacional de Reservas de la Biosfera.

En el marco de una reunión internacional de expertos sobre las Reservas de la Biosfera, celebrada en Sevilla, en 1995, se elaboró un nuevo documento que adecuaba el concepto de Reserva a las actuales condiciones ambientales y sociales.

Básicamente, las Reservas han de cumplir tres funciones:

  • La conservación de la diversidad biológica, los recursos genéticos y los ecosistemas.
  • El desarrollo sostenido de los recursos de la región, en estrecha colaboración con la población local.
  • Su integración en una Red Internacional como base para la investigación, la enseñanza y la vigilancia del medio ambiente.

Existen más de trescientas Reservas de la Biosfera en todo el mundo. En 1977 la UNESCO declaró las dos primeras Reservas de la Biosfera españolas: Grazalema y Ordesa-Viñamala. En 1978 se añadieron Doñana y el Montseny. Sierra Nevada fue la décima, en 1986. En la actualidad, las Reservas de la Biosfera en nuestro país son 40.

Sierra Nevada, Parque Natural

El macizo de Sierra Nevada fue declarada Parque Natural por el Parlamento de Andalucía en 1989 debido a las singularidades de su flora, fauna, geomorfología y paisaje. Posteriormente, el Parlamento Autonómico propuso su declaración como Parque Nacional.

Como Parque Natural, Sierra Nevada ocupaba una amplia superficie de las provincias de Granada y Almería (169.239 ha) e incluía más de 60 municipios de las comarcas naturales del Marquesado del Zenete, el Valle de Lecrín, la Sierra Nevada poniente, la cuenca del Río Nacimiento y la Alpujarra. Esta última era la de mayor extensión.

Sierra Nevada: Parque Nacional

El Parque Nacional de Sierra Nevada viene a sumarse a la Red de Parques Nacionales (Ley 3/99, de 11 de enero de 1999), alcanzándose la cifra de 12 parques.

Con ello, Sierra Nevada incorpora a la Red de Parques Nacionales los ecosistemas de alta montaña mediterránea, que hasta el momento no estaban representados.

La declaración del Parque Nacional de Sierra Nevada es, por tanto, la primera que se produce por las Cortes Generales tras la modificación de la Ley 4/89, de Conservación de los Espacios Naturales y de la Flora y Fauna Silvestre, por la Ley 41/97.

Declarar Parque Nacional a Sierra Nevada ha tenido por objeto:

  • Proteger la integridad de sus ecosistemas, que constituyen una extraordinaria representación de los sistemas mediterráneos de montaña y alta montaña. Asegurar la conservación y la recuperación, en su caso, de los hábitats y las especies.
  • Contribuir a la protección, el fomento y la difusión de sus valores culturales. Promover el desarrollo sostenible de las poblaciones cuyo territorio esté, en todo o en parte, dentro del Parque Nacional.
  • Aportar al patrimonio común una muestra representativa de los ecosistemas de la alta montaña mediterránea, incorporando el Parque Nacional de Sierra Nevada a los programas nacionales e internacionales de conservación de la biodiversidad.

VALORES NATURALES


Más de 2.100 especies catalogadas de las cerca de 8.000 de flora vascular existentes en la Península Ibérica. Entre la fauna se cuentan anfibios, reptiles, mamíferos , aves y una rica entomofauna (80 endemismos exclusivos). 

MEDIO NATURAL


Las Cordilleras Béticas constituyen una serie de alineaciones montañosas que se extienden por todo el sureste español, desde la provincia de Murcia hasta el estrecho de Gibraltar. Sus límites están comprendidos entre la Depresión del Guadalquivir al norte, y el mar Mediterráneo al sur y al este.

El Parque Nacional de Sierra Nevada, con 86.208 ha de extensión, constituye una unidad geográfica claramente diferenciada, situada al sureste de la ciudad de Granada, comprendiendo también el extremo occidental de la provincia de Almería.

En él se incluyen 15 municipios de la provincia de Almería y 29 de la de Granada.

El origen de Sierra Nevada

Como consecuencia de la orogenia alpina en el Terciario se levanta este macizo montañoso. Desde entonces, no ha parado de elevarse hasta alcanzar las máximas cumbres peninsulares. Pero la actual morfología es también fruto de los episodios glaciares de finales del Cuaternario. En la zona de cumbres se conserva un relieve glaciar único, modelado por las glaciaciones cuaternarias en el macizo de alta montaña más meridional del continente europeo.

15 cumbres superan los 3.000 m de altitud

El relieve de Sierra Nevada es de formas suaves y cimas alomadas , aunque en sectores localizados del macizo, como por ejemplo en la cabecera del Genil, pueden llegar a ser abrupto y escarpado. Aquí se localizan los mayores picos de la Península, el Mulhacén (3.482 m) y el Veleta (3.392 m). Su relieve tiene además un extraordinario interés geomorfológico debido a las formas de modelado glacial y periglacial existentes y a la, aún activa, dinámica periglacial que sigue actuando a partir de los 2.500-2.600 m

Toda la zona de cumbres muestra las huellas de la erosión glaciar, con valles en forma de U, circos coronados por sierras abruptas y lagunas que ocupan las depresiones. Las formas glaciares que aparecen en Sierra Nevada son muy variadas. Los circos glaciares son relativamente abundantes, encontrándose los más evolucionados en las zonas de altas cumbres y los incipientes en zonas más bajas.

Un núcleo de materiales paleozoicos

Geológicamente aparecen tres zonas de disposición concéntrica:

  • El núcleo central de Sierra Nevada, donde emergen las cumbres más elevadas del macizo, formado por rocas metamórficas (esquistos, pizarras). Esta zona es conocida como la «lastra».
  • Rodeando a esta área se dispone una orla interna de terrenos triásicos, constituida por pizarras, mármoles, serpentinas, gneises y filitas arcillosas, compuesta por fragmentos deleznables que constituyen la «launa», utilizada como impermeabilizante en techos de las viviendas de las Alpujarras. Desde el punto de vista florístico tienen importancia las serpentinas del Almirez y los mármoles del río Trevélez.
  • Más al exterior se dispone un cinturón de calizas y dolomías, que constituyen el característico «calar». Es en el extremo O-NO donde se observa con mayor claridad esta orla calcárea, donde se origina un relieve abrupto e intrincado, con picos bien diferenciados como la aguja del Trevenque (2.079 m), las cresterías del Dornajo (2.076 m), Alayos de Dílar (1.980 m), y espectaculares angosturas como los cahorros de Monachil. Por último, el neógeno y cuaternario están representados por rocas blandas, tipo margas, arenas, conglomerados. etc. En estos lugares la xericidad es muy marcada.

La nieve: reserva de recursos hídricos

En las cumbres, precipitaciones próximas a los 2.000 mm proporcionan una considerable capa de nieve y, por tanto, buena reserva de recursos hídricos.

En Sierra Nevada, los veranos son suaves y los inviernos fríos con heladas frecuentes, especialmente en los pisos oro- y crioromediterráneo. Desde enero hasta agosto las temperaturas experimentan un alza gradual para declinar a partir de septiembre.

Por encima de los 1.800 m de altitud, la precipitación es en forma de nieve al menos en un 30%, y por encima de los 2.500 m en un 95%. De esta forma, se provoca una escorrentía en los esquistos, que es drenada por barrancos y arroyos.

Arroyos y ríos alimentados por las nieves

La red hidrográfica es amplia, y está formada por numerosos arroyos, ríos y barrancos, que alimentados por las nieves, cuentan con poco agua en invierno y un caudal elevado en primavera y principios de verano.Por el extremo suroccidental discurre el río Ízbor, que recoge las aguas de rios menores que nacen en el núcleo central de Sierra Nevada. Más al norte, discurre el Genil, que recoge las aguas de la vertiente septentrional y desemboca en el Guadalquivir. En la vertiente meridional de la Sierra se originan los ríos Guadalfeo, Adra y Andarax. Esta red fluvial influye poderosamente en el paisaje y tiene una estrecha relación con la erosión, que es máxima entre los 800 y los 2.000 m de altitud.

Acuíferos numerosos y extensos

Los acuíferos son numerosos y extensos, en algunos con surgencias de aguas minerales. En la localidad de Lanjarón se encuentra la famosa fábrica embotelladora de aguas minerales, así como, un balneario donde se puede disfrutar de las propiedades medicinales de estas aguas.

DIVERSIDAD BIOLÓGICA


La diversidad biológica es el principal valor ecológico de Sierra Nevada, especialmente en lo que se refiere a la flora vascular, con más de 2.100 especies catalogadas de las cerca de 8.000 existentes en la Península Ibérica. Sierra Nevada presenta el 7% de la flora vascular existente en la Región Mediterránea; teniendo en cuenta que este macizo apenas representa una centésima parte de la superficie total de esta región biogeográfica, da una idea de la calidad de esta singular muestra del patrimonio natural.

El clima riguroso de las glaciaciones cuaternarias provocó en Europa una retirada de la vegetación hacia latitudes más bajas, de esta forma, llegaron a Sierra Nevada especies procedentes del norte de Europa. La permanencia de muchas de estas especies se vio favorecida por los periodos interglaciares. Algunas de estas especies buscaron su óptimo ambiental subiendo a lo alto de las montañas, donde el clima era similar al de su origen. Más adelante, a causa del aislamiento, algunas de estas plantas desembocaron en nuevas especies o razas, muchas de ellas vicariantes de algunas plantas alpinas o pirenaicas, engrosando así el número de endemismos propios de este macizo.    

El elemento endémico  

El elemento endémico es muy elevado: alrededor de 65 especies exclusivas y 175 endemismos ibéricos. Ello es debido a una estrecha tolerancia frente a algún factor ambiental limitante, a la existencia de barreras geográficas, génesis reciente y cambios en las condiciones climáticas. Además se encuentran representados 65 de los 181 taxones que componen el catálogo regional de flora silvestre amenazada. Artemisia granatensis, Arenaria nevadensis, Erodium astragaloides, Erodium rupicola, Laserpitium longiradium, Narcissus nevadensis, Senecio elodes y Sarcocapnos crassifolia subsp. speciosa se encuentran catalogadas «en peligro de extinción» por el Real Decreto 439/90, de 30 de marzo por el que se regula el catálogo general de especies amenazadas.

Existen además, 18 taxones que aparecen en el anexo II, 9 de ellos prioritarios (Real Decreto 1997/95, de 7 de diciembre), de interés comunitario y para cuya protección es necesario designar zonas especiales de conservación.

Tipos de endemismos  

  • Endemismos béticos: aunque no son exclusivos del macizo de Sierra Nevada, presentan una distribución cercana en las sierras béticas y subbéticas.
  • Endemismos del sector malacitano-almijarense: su distribución se extiende por la Axarquía malagueña, sierras de Tejeda y Almijara y la porción calizo-dolomítica de Sierra Nevada.
  • Endemismos del sector alpujarro-gadorense: que ocupan las estribaciones costeras de las cordilleras Béticas.
  • Endemismos del sector nevadense, es decir, aquellos cuya distribución queda restringida a Sierra Nevada y Sierra de los Filabres.

Además, cerca de un centenar de endemismos presentan una distribución más amplia en la Península Ibérica.

MEDIA Y ALTA MONTAÑA


La media montaña

Las formaciones boscosas  

Los acerales (Acer granatense, A. monspessulanum) y quejigares (Quercus faginea) están escasamente representados por la fuerte acción antrópica. Se instalan en las zonas más húmedas del Parque, ocupando los valles y umbrías. Los melojares (Quercus pyrenaica) de Sierra Nevada, aunque mermados por los incendios y las abusivas talas, presentan gran interés por sus características ecológicas y corológicas; se desarrollan sobre suelos ácidos y se encuentran bien representados en los barrancos de las caras norte y sur.

Los encinares se sitúan entre los 1.300 y los 1.700 m, aunque en algunos enclaves pueden alcanzar los 1.900 m de altitud. Se desarrollan tanto en suelos carbonatados como sobre rocas ácidas. El bosque corresponde a un encinar dominado por la encina (Quercus rotundifolia) y, dependiendo del tipo de suelo y altitud, son frecuentes arbustos como enebros (Juniperus oxycedrus), torvisco (Daphne gnidium), rusco (Ruscus aculeatus), agracejo (Berberis hispanica) y majuelo (Crataegus monogyna) sobre suelos básicos. En enclaves con menor altitud son frecuentes el lentisco (Pistacia lentiscus), acebuche (Olea europaea sylvestris) y zarzaparrilla (Smilax aspera). El encinar silicícola es pobre en especies; además de la encina aparecen enebros, torvisco y madreselva (Lonicera etrusca).

La vegetación riparia se desarrolla en los márgenes de ríos y arroyos y actualmente se encuentra muy degradada, siendo difícil encontrar bosques de ribera en buen estado de conservación. Sobre suelos ácidos se instalan alisedas (Alnus glutinosa), saucedas (Salix atrocinerea) y fresnedas (Fraxinus angustifolia). En áreas ricas en bases, la vegetación riparia está formada principalmente por olmedas (Ulmus minor), choperas (Populus alba) y saucedas (Salix spp.).

La fauna en los bosques  

Estas zonas boscosas son habitadas, de forma más o menos constante, por el pito real (Picus viridis) y el agateador común (Certhia brachydactyla). Junto a ellos, podemos ver algunas especies sedentarias como el carbonero común (Parus major), el carbonero garrapinos (Parus ater) y el herrerillo común (Parus caeruleus) que utilizan los orificios de los troncos para hacer sus nidos. Posados en las ramas de los árboles podemos ver al escandaloso arrendajo (Garrulus glandarius) y al mirlo común (Turdus merula). Entre los visitantes típicos de primavera podemos encontrar al reyezuelo (Regulus ignicapillis), los mosquiteros (Phylloscopus collybita), las currucas (Sylvia atricapilla, S. communis) y al pinzón vulgar (Fringilla coelebs).

Ya en tierra firme y en zonas abiertas, podemos tropezarnos con grandes ejemplares de culebra de escalera (Elaphe scalaris), alguna culebra lisa (Coronella girondica), lagarto ocelado (Lacerta lepida) o con el sapo corredor (Bufo calamita).

Entre los mamíferos, el zorro (Vulpes vulpes) es frecuente en estas zonas aunque a veces sale a cazar a los herbazales. La comadreja (Mustela nivalis) disputa conejos y liebres a otros mamíferos. El tejón (Meles meles) y la gineta (Genetta genetta), aunque comunes, son muy difíciles de ver ya que presentan hábitos nocturnos.

La alta montaña mediterránea

Una gran variedad de formaciones vegetales  

Por encima de los 2.800 m (piso crioromediterráneo), donde los suelos son poco evolucionados y las condiciones climáticas adversas, se desarrollan pastizales de bajo porte y escasa cobertura (pastizales psicroxerófilos).

Presentan un gran interés y constituyen uno de los aspectos más singulares de Sierra Nevada. Estos pastizales están compuestos por un gran número de especies endémicas (hasta el 40%): Arenaria imbricata, Artemisia granatensis, Festuca clementei, Hormatophylla purpurea.

Los canchales «cascajares» están muy extendidos y en ellos viven gran número de especies, con adaptaciones para resistir estos ambientes: Viola crassiuscula, Linaria glacialis. En los paredones rocosos son frecuente las especies que colonizan grietas y repisas: Saxifraga nevadensis, Arabis alpina.

En los fondos de circos glaciares, aparecen los «borreguiles», pastizales higrofíticos que, como en el caso anterior, son ricos en especies endémicas: Armeria splendens, Carex camposi, Plantago nivalis, Veronica turbicola.

Entre los 1.900-2.800 m (piso oromediterráneo), se desarrollan los pinares y sabinares. La vegetación está formada por especies de porte arbóreo y arbustivo (Pinus sylvestris, Juniperus sabina, J. communis subsp. hemisphaerica, Prunus ramburii) y un matorral pulvinular (Vella spinosa, Erinacea anthyllis, Bupleurum spinosum, Astragalus granatensis).

Sobre suelos medianamente evolucionados se desarrollan piornales y enebrales, formando comunidades ricas en caméfitos fruticosos y hemicriptófitos (Festuca indigesta, Arenaria imbricata). También abunda el elemento endémico: Genista versicolor, Arenaria pungens, Potentilla nevadensis.

En áreas calcáreas a elevada altitud (Dornajo, cabecera del río Dúrcal), y a causa de la escasez de suelo, se desarrolla un espinal con sabinas y enebros, mezclado con un tomillar almohadillado. Aparecen especies como Sideritis carbonellis y Astragalus granatesis.       La vida animal en la alta montaña  

Estos son los dominios del acentor alpino (Prunella collaris), la collalba gris (Oenanthe oenanthe), la alondra común (Alauda arvensis) y el colirrojo tizón (Phoenicurus ochrurus). Entre los roquedos podremos observar al roquero rojo (Monticola saxatilis), que debe su nombre a la coloración roja del pecho del macho que contrasta con el negro azulado de su cabeza.

A estas alturas podemos ver bandadas de chova piquirroja (Pyrrhocorax pyrrhocorax) que instalan sus colonias en los escarpes y oquedades. Rasando las paredes de los tajos y peñones surge el águila real (Aquila chrysaetos) que utiliza estas alturas como terreno de caza. También podremos avistar algún buitre leonado (Gyps fulvus), y a la perdiz común (Alectoris rufa) que llega a subir hasta los 3.000 m.

Durante el otoño, la alta montaña puede recibir la visita del mirlo capiblanco (Turdus torquatus), jilgueros (Carduelis carduelis) y grupos de cernícalos (Falco tinnunculus).

Entre los mamíferos, la cabra montes (Capra pyrenaica) es la especie más emblemática del parque. Cuenta con numerosos ejemplares y se deja ver con facilidad pastando en los borreguiles de la alta montaña. También encuentran cobijo a estas alturas el topillo común (Pytimis duodecimcostatus), más propio de zonas húmedas a menor altura y el topillo nival (Chionomys nivalis), que instala sus galerías en zonas rocosas, así como a los animales a quienes sirven de presa como las comadrejas (Mustela nivalis).

A estas alturas, además de los endemismos botánicos, existen más de ochenta insectos endémicos. Los condicionantes de la alta montaña confieren a estos animales unos caracteres específicos: son en general de color negro, tienen el tegumento duro y han perdido la facultad de volar.

FLORA Y FAUNA


VALORES CULTURALES


El patrimonio cultural en el Parque y su entorno, rico y diverso, es el testimonio vivo de su proceso histórico, resultado de las diferentes culturas asentadas, y, en particular, de la cultura de Al – Andalus.

El patrimonio arquitectónico

Los Conjuntos Históricos

El entorno del Parque Nacional de Sierra Nevada cuenta con tres Conjuntos Históricos, con la categoría de Bien de Interés Cultural. que se sitúan en el Barranco de Poqueira: Pampaneira, Bubión y CapUeira, núcleos que se constituyen en paradigmas de la arquitectura tradicional de la Alpujarra, sin que ello suponga una menor valoración de los cascos urbanos del resto de los municipios. En CapUeira y Bubión se han instalado Museos que exhiben los rasgos más característicos de la vivienda autóctona.

Las construcciones civiles

Entre las construcciones de carácter civil debe destacarse el interés que ofrecen las viviendas nobles urbanas de la Alpujarra almeriense, cuyo valor arquitectónico reside más en sus elementos interiores que en los aspectos exteriores de las fachadas. Entre otros núcleos, se encuentran muestras de este tipo de edificaciones en Abla, Abrucena y Canjáyar.

También son dignas de mención las viviendas asociadas a personajes históricos con1O la Casa de Juan de Austria en Fondón o las casas de Boabdil en Laujar de Andarax y Fuente Victoria.

Las construcciones defensivas

En el entorno del Parque Nacional de Sierra Nevada, los sistemas defensivos están significativamente representados en todas sus manifestaciones. Deben señalarse: los poblados fortificados de la Edad del Cobre; la arquitectura militar romana, visible en el Cerro de la Encina de Monachil, en el Hizán de Alboloduy; los sistemas defensivos medievales tipo castillo o fortaleza (la Calahorra, Lanjarón); o las torres de alquerías y atalayas, situadas no solo en zonas fronterizas sino también «11 l,l interior del reino y costa (Alquería de Ddar y Atalaya de DÚrcal.) Los restos de fortalezas son un atractivo cultural del Parque Nacional de Sierra Nevada que podemos encontrar en Abla, Abrucena, Alboloduy, Bayárcal, Beires, la Calahorra, Canjáyar, Fiñana, Fondón, Laujar de Andarax, Paterna del Río, Aldeire, Dólar, Ferreira, Jéres del Marquesado, Lanjarón, Lanteira, Lecrín y Pampaneira.

El patrimonio antropológico

La artesanía

La tradición artesana en el entorno del Parque Nacional de Sierra Nevada se inicia en el Neolítico Tardío, en torno al 3000 – 2500 a. C. Los habitantes de las cuevas ya elaboraban objetos de uso personal y utilitario, como calzado y cestas de esparto, vasijas de arcilla decoradas, cerámicas con incisiones, diademas de oro y plata y armas de metal.

Actualmente, la cultura tradicional campesina ha evolucionado perdiéndose algunas de las actividades que fueron habituales y que llegaron a identiÍicilJ: a estos pueblos. No obstante, en la mayoría de los municipios del entorno del Parque, las labores artesanas continúan reproduciendo las formas y estilos primitivos en la mayor parte de los,productos que el visitante puede adquirir, siendo este un valor añadido a los que ofrece el espacio. Página anterior: Buena parte de los elementos arlesanales son aún usados en las tareas agrícolas.

Los talleres de esparto de Albodoluy, Ferreira, Juviles y Fiñana, continúan elaborando los artesanales cestos, cenachos, capachos y alpargatas; y aún hoy día, es frecuente encontrar en algunos pueblos de la Alpujarra, a un abuelo que sentado en una silla de anea en la puerta de su casa, trenza el esparto. Los trabajos textiles, de origen morisco, dieron fama internacional a estas comarcas, que elaboran productos con seda, lino y cáñamo consiguiendo maravillosos tafetanes, damascos y rasos. Actualmente perviven telares moriscos en Válor, Pampaneira, Sorvilán, en los Cortijos de Murtas y en Nevada, que trabajan a mano tejidos nazaríes y alpujarreños.

Las ricas arcillas de la zona, han permitido que la tradición artesana del barro se mantenga a lo largo de la historia. Perviven alfares moriscos, como el de los Barreras de Órgiva, junto a otros que han introducido nuevas técnicas que utilizan óxidos y elevadas temperaturas, con una creatividad renovada. Se localizan talleres en Lanjarón, Órgiva y Pampaneira. del entorno de Parque.

Los trabajos en cuero, originarios del siglo IX cuando se fabricaban los célebres «cordobanes», se están recuperando, pero dotados de un nuevo espíritu creativo. Los nuevos artesanos de Cádiar y Bubión, realizan sus propios diseños y elaboran bolsos y otros productos de marroquinería.

Perviven aún las tradicionales herrerías. Los talleres de forja como los de Cádiar y Busquístar, proporcionan utensilios domésticos: aperos de labranza, herrajes, herraduras, rejas y balcones, y elementos de cerrajería artística. Tradicionalmente, los artesanos del metal acudían a las ferias de ganado de la comarca para vender sus productos.

También permanecen en el entorno del Parque, algunas carpinterías tradicionales como la de Fiñana, en donde se realizan labores artesanales, o la de Capileira que trabaja aún la madera rústica. Otras actividades artesanales de la zona, son los originales trabajos en calabaza de A1bodoluy, las labores de empedrado de Dílar, los tradicionales bordados de Ferreira y Jeres del Marquesado o la espejería de Laujar.

El desarrollo en el ámbito del Parque Nacional de actuaciones como la Escuela Taller del Alto Andarax, posibilita el impulso de la artesanía local a través de la enseñanza de las técnicas y la recuperación de las tradiciones, en las especialidades de cerámica, telares, forja y carpintería.

La gastronomía

La riqueza agrícola y ganadera de Sierra Nevada, la herencia morisca y castellana, así como el mantenimiento de las técnicas tradicionales de elaboración, aseguran la calidad de la gastronomía de los municipios del entorno del Parque Nacional de Sierra Nevada. La base de esta variada y rica gastronomía, son los productos cárnicos derivados del cerdo junto a los productos agrícolas y hortícolas del lugar.

Es de destacar el excepcional jamón serrano, símbolo de una comarca bajo la denominación genérica de Calidad de Trevélez. Cuentan las crónicas, que ya la reina Isabel 11, Napoleón 111 y Miguel de Cervantes de gustaron y elogiaron este manjar. No podemos olvidar el vino, estamos en una comarca vitivinícola de larga tradición. Los caldos de Albuñol, Albondón, Almegíjar, Murtas, Polopos, Laujar y Sorvilán acompañarán las exquisiteces de la tierra. Una de las especialidades de la comarca, presente en la mayoría de los pueblos, son las migas, de pan o bien de sémola de trigo.